MADRID, 26 de marzo (PL). — El
gobierno saliente del derechista Partido Popular y el entrante del
Partido Socialista Obrero Español (PSOE) no parecen ponerse de
acuerdo sobre el relevo de parte de las tropas en Iraq, que deberá
producirse el 21 de abril.
El próximo ministro de Defensa,
José Bono, declaró hoy a la prensa en esta capital que la víspera
envió un fax a su homólogo en funciones, Federico Trillo, en el
cual señala que el PSOE no pone reparos al relevo ordinario de las
tropas y que es el actual Gobierno el que debe decidir.
La polémica sobre el relevo a parte
del contingente se incrementó tras una reunión sostenida la
víspera entre José Luis Rodríguez Zapatero, presidente electo, y
el jefe del gabinete en funciones, José María Aznar.
Aznar le pidió a Rodríguez Zapatero
que le entregara por escrito cuál es la decisión de los socialistas
al respecto, criterio que ratificó hoy desde Bruselas, en donde
participó en el Consejo de la Unión Europea.
Al respecto Bono calificó como un
despropósito la actitud de Aznar de no fiarse de la palabra de
Rodríguez Zapatero.
Consideró, además, "poco
oportuno que el señor jefe del Gobierno muestre desconfianzas, pues
si de desconfianza se trata, él es un experto en sembrarlas".
Desde Bruselas, Aznar insistió en
que es lógico pedir por escrito el criterio del PSOE sobre el
relevo de las tropas de Iraq en abril.
Asimismo, insistió en rueda de prensa
en calificar como un error garrafal la decisión del nuevo Presidente del
Gobierno, de retirar todas las tropas españolas de
Iraq, si a más tardar el 30 de junio la ONU no se ha hecho cargo de
la situación en aquel país.
Esa medida, una de las primeras
anunciadas por Rodríguez Zapatero, causó un extraordinario impacto
internacional y se sintió como una bomba en el Ejecutivo de Aznar,
que contra la opinión de la gran mayoría de los españoles, envío
a Iraq un contingente de mil 300 soldados.