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En el nido de Marta
JOSÉ ANTONIO
FULGUEIRAS
SANTA CLARA.— A Marta
Anido Lubián la vida le juguetea en las pupilas. Cincuenta y tres
años de su existencia afanosa los ha dedicado al rescate de las
tradiciones, porque como ella misma dice: "La cultura popular
es lo que realmente identifica a una nación y a una ciudad".
Marta, en primer plano, en su actuar comunitario.
En el 2002 le entregaron
el Premio de la Cultura Comunitaria, pero quienes la conocen y
disfrutan el resultado de sus investigaciones ya la habían
reconocido hace mucho tiempo.
Marta es una mujer
cubana proveniente de una familia de músicos y poetas, y ya en 1952
era una bailarina connotada, pero decidió quedarse en su terruño
santaclareño entre las clases de danza y la investigación
folclórica.
Ella ha rescatado en
municipios y poblados antiguas fiestas ya desaparecidas. Gracias a
su búsqueda y talento volvieron a escucharse en el territorio
canciones infantiles, rondas, cantos de cuna, leyendas, tradiciones,
cuartetas y décimas, refranes, danzas campesinas, bailes
populares..., todo un universo creado por el pueblo.
Asegura que la cultura
popular nace espontáneamente y se identifica en cada zona
geográfica, como las parrandas en la región central. "Nacieron
en Remedios, pero luego se expandieron a más de 19 localidades.
Hubo un tiempo en que se orientó celebrarlas solamente en Remedios
y Camajuaní y que en los demás municipios se efectuaran en forma
de carnaval. Nos opusimos a ello, y rescatamos, por ejemplo, las de
Quemado de Güines, Placetas y El Santo".
Desde hace ocho años
tiene la Peña de los Anido, en la cual comparte con sus primos
Alberto y Freida diversas manifestaciones culturales. En ella se
iniciaron el grupo Aceituna sin hueso y el trío Trovarroco, muy
conocidos hoy nacionalmente.
Reconoce que no obstante
sus esfuerzos se han perdido muchas tradiciones, sin embargo otras
se mantienen como la retreta del parque Vidal (que data de 1887), La
Verbena de la calle Gloria (de 1695) y los carnavales de Santa Clara
(de finales del siglo XIX).
Le place "ver mi trabajo
reflejado ahora en lo que no se ha perdido, en lo que rescatamos y
está de nuevo ahí; es mi satisfacción haber puesto un granito de
arena en ese rescate de nuestra identidad que es tan necesario, ya
que no podemos olvidar lo que fuimos, ni lo que somos".
Revela que le dedica el
día entero a sus funciones y lo resume con gracia: "Me levanto, me
voy para la UNEAC. Me llaman de la Universidad Central. Los
estudiantes de Derecho quieren que les hable de Marta Abreu, cuyo
nombre lleva su centro. ¡Oye, de Ciencias Médicas, estudiantes de
varios países quieren saber de la cultura de Villa Clara. ¡Sí,
cómo no! Un encuentro con los muchachos de danza y ahí voy...
"Yo
soy como la Francisca de Onelio Jorge Cardoso, con la edad que tengo
y ando de un lado para otro, porque le estoy huyendo a la señora de
la guadaña, para dar un poquito más de lo que he aprendido, para
seguir transmitiendo lo que llevo dentro y que las nuevas
generaciones agradezcan algo de mí."
Marta Anido ha sido
condecorada con varias distinciones, pero su mejor premio se lo ha
dado el pueblo que la intercepta en la calle o en los campos para
preguntarle sobre esto y aquello. Desde su apellido
"anida" a miles de esperanzados por el conocimiento que
ella con agrado deposita en quienes comienzan. |