KUALA LUMPUR, 27 de febrero (PL).—
La I Conferencia Mundial sobre Biodiversidad concluyó hoy aquí con
la adopción de un sistema internacional de etiquetado para lograr
una fácil identificación de los organismos genéticamente
modificados (OGM).
Alrededor de 100 países estuvieron
de acuerdo con esta medida, que establece además rigurosas normas
de mantenimiento, transporte y empaque de los productos, la cual
será implementada a partir del año 2005, no obstante la oposición
de Estados Unidos.
Este convenio, aducen los expertos,
permitirá no sólo conocer los productos transgénicos, sino
también qué gen o genes fueron modificados para que los gobiernos
puedan a su vez realizar los análisis de riesgo y establecer sus
sistemas de control y vigilancia.
La caracterización de los OGM,
abarcará tanto los alimentos vegetales, como a los microorganismos
y animales modificados por la biotecnología.
En el encuentro, que contó con la
asistencia de delegados de más de 180 países, se evaluó cómo
marcha el Protocolo de Cartagena, primer acuerdo internacional que
rige la transferencia, manejo y uso de OGM, por medio de la
biotecnología moderna, el cual entró en vigor el pasado 11 de
septiembre.
El Tratado, adoptado en el 2000 por
los miembros de la Convención sobre Diversidad Biológica, busca un
comercio internacional de transgénicos más transparente, a través
de medidas de seguridad acordes con las necesidades de consumidores,
industriales y, en particular, con el medio ambiente.
Los países africanos han sido hasta
el momento los principales defensores del Protocolo, a cuya
ratificación se oponen Australia, Estados Unidos, Chile, Uruguay,
Argentina y Canadá, que integran el llamado grupo de Miami, a pesar
de ser ellas las que poseen la mayor cantidad de áreas cosechadas
de cultivos transgénicos.
La siembra mundial de estos productos
ascendió el pasado año a 67,7 millones de hectáreas.