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Contempla Consejo de Seguridad fuerza NACIONES UNIDAS, 26 de febrero.— El eventual despliegue de una fuerza internacional pacificadora en Haití se contempla hoy con interés en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU, convocado con urgencia para considerar la crisis en ese país.
Previo a la sesión plenaria, la Comunidad del Caribe (CARICOM), encabezando a representantes de Estados Unidos, Francia y Jamaica, sostuvieron una ronda de consulta con tres aproximaciones diferentes al problema. Aunque esos principales actores en la búsqueda de un arreglo internacional parecen coincidir en la importancia de movilizar un contingente multinacional, Washington condiciona un compromiso en ese sentido a un acuerdo político interno, la Cancillería francesa se pronunció por la renuncia del mandatario haitiano, Jean Bertrand Aristide, y la CARICOM mantiene su plan de acción para resolver el conflicto. Consultado por Prensa Latina, el presidente en ejercicio del Consejo de Seguridad, Wang Guanya, dijo que lo más probable será que se termine endosando el envío de una fuerza pacificadora. Para el debate público se espera la presencia del primer ministro jamaicano, Percival Patterson, o bien su similar de Bahamas o el titular del Exterior. En los últimos días han aumentado las declaraciones amenazantes acerca de un eventual ataque a la capital antes del domingo, así como la intención de los militares golpistas no solo de derrocar por la fuerza al presidente constitucional, Jean Bertrand Aristide, sino de "capturarlo y juzgarlo". Así se pronunció ayer Guy Philippe, ex comisario de policía responsable por intentar derrocar al mandatario a finales del 2001. La negativa de la oposición política a seguir el plan diseñado por la misión internacional favoreció que los grupos alzados en el Norte del país ocuparan la estratégica Isla Tortuga, habitada por 50 000 personas y de vital importancia comercial. El opositor Frente de Resistencia para la Liberación y Reconstrucción Nacionales dio un plazo hasta hoy a Aristide para que abandone el poder y evitar así un ataque al Palacio Nacional. Al ambiente de preocupación se une la intensa actividad de los partidarios del Presidente, agrupados en numerosas organizaciones civiles, quienes construyen barricadas y patrullan las calles proclamando que resistirán y defenderán la capital. También se sumó a las inquietudes ciudadanas la posición de Francia ante el conflicto, cuando el jefe de su diplomacia, Dominique de Villapin, responsabilizó tácitamente a Aristide con la situación creada y lo convocó a atenerse a las consecuencias. Se conoció que a la reunión por separado convocada por De Villapin para mañana en París ya llegó la delegación del Gobierno haitiano, encabezada por el ministro del Exterior, Joseph Philippe Antonio, acompañado por Jean-Claude Desgranges, director del gabinete presidencial. Representantes de organismos de la ONU advierten sobre una eventual catástrofe humanitaria ante los saqueos promovidos por las bandas armadas, la escasez de alimentos y medicinas y las posibilidades de un éxodo masivo por mar hacia Estados Unidos y por tierra a República Dominicana. Por otra parte, Francia es señalada hoy como activa en el apoyo bajo cuerda de la denominada Plataforma Democrática opositora y, según Haití Progres, una publicación en línea que se presenta en Internet como prensa alternativa, existen pruebas de que diplomáticos de la Embajada francesa en la capital haitiana sufragaron gastos de dirigentes opositores en sus desplazamientos en el país. |
