Premier británico enfrenta momento más 
delicado de su gobierno

LONDRES, 27 de enero (PL).— Con el informe del juez James Hutton sobre la muerte de un científico relacionado con Iraq y el peligro de una derrota de una polémica ley, el premier británico, Anthony Blair, enfrenta hoy su momento más delicado en el gobierno.

En el primer caso, Blair podría salir mal parado, aunque sin la gravedad que lo pueda llevar a renunciar, por las revelaciones de la comisión de Hutton, la cual investiga el supuesto suicidio del también ex inspector de desarme de la ONU, David Kelly.

La pesquisa se inició luego que el pasado 18 de julio Kelly apareció sin vida en una zona boscosa cerca de su residencia en las afueras de esta capital, después de ser señalado como la principal fuente de las denuncias de la cadena de televisión BBC respecto a las manipulaciones de un informe sobre Iraq.

Ese documento, presentado por Blair al Parlamento en septiembre de 2002, afirmaba que el gobierno del entonces presidente Saddam Hussein podía emplear armas de destrucción masiva en solo 45 minutos, en un intento por justificar la necesidad de agredir a Bagdad, como ocurrió en marzo de 2003.

De acuerdo con fragmentos de una entrevista a la BBC, publicados recientemente, Kelly consideró que Iraq podría utilizar esas armas, las cuales nunca aparecieron en ese país, pero para ello necesitaría, afirmó, días o varias semanas.

Además del reconocimiento del dimitente jefe de la misión de inspección estadounidense en el citado estado árabe, David Kelly, de la inexistencia allí de esas armas, Blair recibió otro golpe a su credibilidad en esta misma capital.

Nick Theros, quien dirigió en su momento el Acuerdo Nacional Iraquí (INA), una organización en el exilio con sede en Londres, reconoció que la información sobre los 45 minutos fue enviada junto a otras a la inteligencia británica (MI6).

Ellos debieron verificarlas, opinó Theros, quien admitió la falsedad de esa información y que el oficial del cual surgió ese dato nunca vio cajas con armas químicas o biológicas, afirma el diario The Guardian.

Tales revelaciones siguen a las declaraciones hechas la víspera a la BBC por el ministro del Exterior, Jack Straw, quien volvió a defender la necesidad de ir a la guerra contra Iraq.

Sin embargo, Straw debió aclarar que cuando Blair hablaba de amenaza iraquí no se refería precisamente al Reino Unido, sino "a todo el mundo".

El informe de Hutton puede profundizar aun más el descrédito del jefe de gobierno laborista, quien aun trata de justificar la agresión unilateral contra Bagdad.

Por otro lado, el premier enfrenta el reto de convencer a varios diputados de su propio partido que amenazan con unirse a un voto en contra de una legislación, la cual elevaría drásticamente los pagos de las matrículas en las universidades.

De los 161 parlamentarios laboristas, Blair necesita el apoyo de al menos 81 de ellos para poder aprobar esa controvertida ley. Por el momento, 155 expresaron su deseo de votar en contra, lo cual podría significar una desastrosa derrota para el jefe de gobierno.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Deportes | Cultura |
| Cartas | Comentarios | Ciencia y Tecnología | Lapizcopio| Temas |

SubirSubir