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Viales en las montañas
Organizadas 392
brigadas reparadoras de caminos
Jorge
Luis Merencio Cautín
GUANTÁNAMO.— La
creación de brigadas de reparadores manuales de caminos serranos,
iniciada a mediados del 2002 en esta provincia, alcanzó un
inusitado auge durante el recién concluido año.
En ese período se
conformaron 231 de estos colectivos, con el objetivo de recuperar y
mantener la red vial del Plan Turquino-Manatí en esta región del
oriente cubano.
Con la constitución de
las nuevas agrupaciones, ahora suman 392 las existentes, las cuales
emplean de manera permanente a más de 2 000 montañeses y
garantizan la atención a más del 90% de los caminos y carreteras
existentes en el territorio.
Esmildo Pileta,
inversionista en la dirección provincial de Servicios Comunales,
explicó que en el 2003 la labor de estas brigadas permitió la
reparación y mantenimiento de casi 1 800 kilómetros de viales,
incluidos los de interés nacional.
De tal forma fue
recuperado el tránsito en carreteras de gran importancia para la
provincia como Jamal-La Tinta, La Mulatica, Hatibonico-Playa
Borracho y el tramo guantanamero de la Vía Mulata.
Era tanto el deterioro
acumulado en esos viales que ni siquiera los tractores y camiones de
triple tracción podían transitar por algunos de ellos. Actualmente
la situación más problemática aparece en la carretera Baracoa-Moa
y Guantánamo-Sagua de Tánamo, donde se necesitan medios
mecanizados y asfalto para arreglar las averías. Esta tarea, a la
cual el país destina un amplio presupuesto, tiene favorable impacto
social en el Plan Turquino, pues facilita la comunicación de los
montañeses, la extracción de productos agropecuarios y forestales
de zonas intrincadas, y mejora los ingresos de cientos de familias
serranas, todo lo cual favorece su permanencia en el campo.
Baracoa, Maisí y San
Antonio del Sur, con 56, 42 y 32 brigadas, respectivamente, fueron
los municipios que más colectivos integraron el pasado año.
Imías, sin embargo, trabajó con más calidad, asegura Pileta.
A la provincia le faltan
unos 130 kilómetros por cubrir con estas agrupaciones.
Con el empleo mínimo de
recursos (picos, palas, azadas, vagones, machetes y rastrillos) los
camineros —como se les nombra popularmente a los integrantes de
las mencionadas brigadas—, se van imponiendo a uno de los
problemas que hasta hace apenas año y medio parecía que era
imposible aliviar en Guantánamo. |