LONDRES, 16 de enero (PL).—
La muerte súbita del bebé puede evitarse si duerme en la
habitación de los padres, boca arriba, con ropa de cama ligera y la
cabeza descubierta, según un estudio hecho por científicos del
London School of Hygiene and Tropical Medicine.
Los investigadores llegaron a esta
conclusión después de investigar en 20 hospitales de Europa 745
casos y otros dos mil 400 de decesos por esa causa ocurridos en la
década del 90.
El estudio publicado en la revista
científica The Lancet llegó a la conclusión de que las nuevas
teorías sobre el cuidado del recién nacido puedan ser examinadas y
contribuyan a evitar la pérdida de un hijo.
La investigación señala que un 48
por ciento de los fallecimientos por muerte súbita infantil fueron
atribuidos a colocar al niño de lado o boca abajo para dormir,
peligro que se eleva si alguno de los padres es fumador o si el
bebé duerme en la misma cama con ellos.
En caso de que sea la madre la que
fume o ingiera bebidas alcohólicas las probabilidades de que el
bebé fallezca inesperadamente aumenta en los seis primeros meses de
vida, riesgo que se reduce si la progenitora no es adicta al tabaco.
Si el niño duerme en una habitación
independiente, las probabilidades de perderlo crece en un 36 por
ciento.
Los expertos desconocen por qué
disminuye esa tendencia cuando la familia duerme en la misma
habitación, aunque estiman que puede ser que aumenta la atención a
los ruidos y movimientos de la criatura.
Las colchas con que se cubre al
pequeño para dormir constituyen otro factor de riesgo, porque
posibilitan que la cabeza quede cubierta, por ello los
investigadores recalcaron la necesidad de una ropa de cama ligera o
un saco, debido a que al estar introducido en él la movilidad del
menor queda restringida.
Según el estudio en la década del
90 la tasa de fallecimiento infantil por muerte súbita se redujo
después de que fueron publicadas las recomendaciones acerca del
cuidado del niño mientras duerme.