KABUL, 6 de diciembre (PL).—
A 20 ascendió hoy el número de heridos, tres de ellos de gravedad,
a causa de una explosión en Afganistán que tuvo lugar en el centro
de la sureña ciudad de Kandahar.
El jefe de la policía de esa
localidad, Mohammad Hashim, señaló que todas las víctimas del
incidente, el cual se produjo en un mercado abarrotado, son civiles
afganos.
Hashim precisó que el estallido de
la bomba, colocada en una bicicleta, provocó considerables daños
en varias casas y tiendas de las inmediaciones.
Las autoridades locales acusaron de
inmediato a los talibanes y sus aliados.
Sin embargo, el mullah Abdul Samad,
un portavoz del Talibán, negó esas acusaciones y en ese sentido
señaló que el ataque ocurrió en un lugar civil y dicha
organización no ataca ese tipo de objetivos.
Samad precisó que ese hecho pudo
haber sido obra de algún militar descontento por las elecciones de
junio del 2004.
La explosión tuvo lugar en la misma
área donde el miércoles pasado dos soldados estadounidenses
resultaron heridos durante un ataque perpetrado con granadas contra
un vehículo militar en esa ciudad, una de las más turbulentas e
inseguras del país.
Kandahar, donde está enclavada una
de las principales bases norteamericanas en Afganistán, ha sido
escenario de varios ataques contra las tropas de la coalición que
lideradas por Estados Unidos invadieron este territorio hace más de
dos años.
La víspera, los talibanes afirmaron
que estaban decididos a intensificar sus acciones contra objetivos
estadounidenses, al tiempo que hicieron un llamado a boicotear la
Loya Yirga (Gran Asamblea de tribus) que debe comenzar a operar en
Kabul el 10 de diciembre próximo.
Asimismo afirmaron en un mensaje
distribuido a diferentes medios de prensa extranjeros que la Loya
Yirga y las próximas elecciones son una "farsa"
organizada por Washington y sus aliados para reforzar la ocupación
de Afganistán.
El país centroasiático sufre por un
lado las campañas de las tropas norteamericanas y sus aliados
contra seguidores del talibán y de la red Al Qaeda, y por otro los
conflictos tribales entre los señores de la guerra, quienes luchan
entre sí por el control de importantes zonas de este país.
En una visita relámpago efectuada
este jueves a Afganistán, el secretario de defensa de Estados
Unidos, Donald Rumsfeld, habló de un mejoramiento de la situación,
sin embargo, poco después de su partida un cohete estalló en las
cercanías de la embajada estadounidense en Kabul.
Un editorial publicado el pasado mes
por el diario The New York Times destacaba que después de
proclamado el fin de las hostilidades en Afganistán la situación
se ha revertido y los fracasos de la administración del presidente
George W. Bush son mucho más serios de lo que se pensaba.