"Esta
experiencia de participar en el encuentro Todo Cerámica 2003
es increíble para mí en muchos sentidos, pero sobre todo por poder
intercambiar con artistas cubanos, de una calidad sorprendente y una
sensibilidad que los hace crear obras desde el corazón para
conquistar el corazón del pueblo, a diferencia de lo que pasa en mi
país, EE.UU., donde las piezas se hacen para el mercado y no para
conmover el corazón de la gente".
Son las reflexiones de la escultora
Laurie Childers, de Oregon, en un alto de su trabajo en equipo junto
a ceramistas pineros, de varias provincias cubanas y otros países,
convocados por la UNEAC de la Isla de la Juventud en esta V
edición, que concluye este fin de semana.
"Ojalá
que mi gobierno tenga más sentido común —prosigue la también
profesora del Linn-Berton Community Collage Corvallis— y permita
el intercambio entre artistas de ambos países, como corresponde a
pueblos civilizados".
En una verdadera fiesta de todas las
manifestaciones ha devenido el encuentro iniciado a mediados de
noviembre y donde hasta los niños moldearon y dieron forma en pleno
paseo Martí a la arcilla inspirados en la recordación al Héroe
Nacional y la rica naturaleza que rodea la casa museo de la finca El
Abra, donde permaneciera poco más de dos meses en 1871.
Además
de crear colectiva e individualmente, debatir, presentar proyectos,
visitar instituciones culturales y realizar esculturas de gran
formato de cerámica logradas entre varios artistas y fundidas en
hornos in situ en áreas del parque Julio A. Mella, los ceramistas
dieron espacio a pintores y grabadores para decorar platos y demás
piezas, sumaron a poetas, trovadores, músicos, escritores y
actores, que con sus descargas enriquecieron un encuentro que abre
ya nuevos derroteros en la búsqueda de nuevas formas de trabajar la
cerámica, para lograr piezas de alto valor artístico con un
mínimo de recursos y tecnologías rústicas y factibles de
generalizar.