MÉXICO, 21 de noviembre (PL).—
Organizadores de la marcha nacional anti-neoliberal por un centenar
de ciudades en México aseguraron hoy aquí que esta acción
pretende frenar los afanes de privatización y de entreguismo a
intereses foráneos.
Los líderes de la Promotora Nacional
contra el Neoliberalismo dijeron en conferencia de prensa en esta
capital que el objetivo de la marcha por el país y de la
manifestación del día 27 de noviembre, es la oposición abierta a
las reformas estructurales (hacendaria, laboral, fiscal y energética)
impulsada por el gobierno de Vicente Fox.
Se espera, según confirmaron, que
participen medio millón de personas llegadas al Distrito Federal en
la Convención Nacional Obrera y Popular que se realizará ese día
27, como colofón de la Caravana.
Dicha Convención, aseguraron,
pretende marcar pautas para la concretización de un proyecto único
alternativo frente a las pretensiones gubernamentales de entregar al
capital foráneo la industria electroenergética nacional y otras
reformas previstas.
Uno de los temas que recibirá el
repudio de los participantes en esta caravana es el cobro a partir
del año 2004 del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a medicinas y
alimentos, lo que no existía hasta el momento, y el incremento de
esa tasa en el resto de productos y servicios.
El comité organizador de la
mega-caravana, que en siete rutas recorrerá unas 100 ciudades, señaló
que no permitirá que esta acción esté mediatizada por los
partidos políticos porque tendrá el rostro de los trabajadores del
país.
En esta acción participan, entre
otras, la Unión Nacional de Trabajadores, el Sindicato Mexicano de
Electricistas, el Frente Sindical Mexicano, la organización
campesina de El Barzón y el Consejo Agrario Permanente, además de
integrantes de El Campo No aguanta más.
Además, estarán representados los líderes
y afiliados al Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional
Autónoma de México, del Instituto Mexicano del Seguro Social, los
Sobrecargos de aviación y obreros de la ensambladora alemana de
autos Volskwagen (VW).
En cada ciudad por donde pase la
caravana se realizarán mítines y conferencias donde se exhorte a
realizar acciones concretas para impedir que el Gobierno imponga su
política económica y social neoliberal.
Para los organizadores de estas
protestas, no se trata de asistir solo a una manifestación
nacional, sino de crear conciencia de que se pueden solucionar los
problemas del país mediante otros mecanismos que no sean la entrega
al capital privado y foráneo.
La caravana y la concentración de El
Zócalo abogará también por reducir el gasto de la deuda pública,
por limitar los recursos dedicados por el presupuesto a la policía
y el ejército, por incrementar los programas sociales y mejorar los
salarios mínimos.
Además, los participantes en esta
demostración demandarán justicia contra aquellos que dirigieron la
represión durante la llamada Guerra Sucia en la década de 1960, y
se opondrán a las privatizaciones que han incrementado el
desempleo.
Organizaciones No Gubernamentales
alertan que si el gobierno insiste en las reformas estructurales, se
arriesga a aumentar el descontento de la población y a provocar un
estallido social similar al registrado en Bolivia recientemente.