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En la Conferencia de Ciencias Sociales
Necesidad de renovar los conocimientos sin depender de las metrópolis
Aldo
Madruga y Joaquín Rivery Tur
El Comandante en Jefe
Fidel Castro asistió anoche a la conferencia ofrecida por el doctor
Robert Dahl, de la Universidad norteamericana de Yale, quien
disertó sobre las Políticas democráticas en las naciones
avanzadas, un tema que suscitó polémica en el auditorio por la
definición de democracia que empleó.
Fidel conversa con el académico norteamericano Robert Dahl y otros participantes.
En horas de la tarde, se
produjo en el evento que sesiona en el Palacio de las Convenciones
de la capital, un consenso en que la renovación en el campo de los
conocimientos de los países subdesarrollados hay que buscarla por
la vía del intercambio entre los investigadores del Sur y evitar la
dependencia de las fuentes que provienen de los países
industrializados, muchos de ellos antiguas metrópolis coloniales.
Los participantes en el
taller Cooperación interregional Sur-Sur en las Ciencias Sociales,
representantes de Asia, África y América Latina, expositores y
comentaristas, coincidieron cuando señalaron que las
investigaciones fundamentales sobre los países pobres están hechas
por especialistas del Norte, lo que conduce a tener que partir, para
las búsquedas propias, de conceptos y valores que no son los de
nuestras sociedades.
Las exposiciones de Musa
Abutudu, de la Asociación Africana de Ciencia Política, de
Sudáfrica; Edgardo Lander, de la Universidad Central de Venezuela,
y Mohd Kamarulnizam, de la Universidad Kebangsaan, de Malasia, sobre
estos temas provocaron comentarios entre los asistentes que
prácticamente devinieron ampliaciones de las ponencias originales.
Entre los conceptos
manejados estuvo el de que la violencia étnica en África no se
puede analizar fuera del marco de las condiciones que impone el
neoliberalismo y los científicos sociales deben ir a las causas
más profundas que se encuentran en la época del colonialismo, al
tiempo que se recalcaba que la gran mayoría de la humanidad es
convertida en un objeto del conocimiento por la minoría
desarrollada, generalmente occidental, blanca y de clase alta, que
es la que maneja las investigaciones sociales.
De esa forma, expresó
el venezolano Lander, los modelos de Occidente se han impuesto en el
Sur para convertirlos en seguidores coloniales de ese pensamiento, y
eso, realmente, ha sucedido en América Latina, África y Asia,
porque las fuentes que se emplean están impresas fundamentalmente
en el Norte y no en la misma nación investigada.
Esta colonización del
pensamiento fue ilustrada también por una delegada cubana que
recordó que en Argentina, un profesor universitario recibe cinco
puntos en su progresión académica si publica un libro en América
Latina, pero obtiene 20 puntos si lo hace en Estados Unidos.
Ayer se sometió a
consideración de la XXI Asamblea General del Consejo
Latinoamericano sobre Ciencias Sociales (CLACSO), la solicitud de
cuatro instituciones cubanas como nuevos miembros, las cuales fueron
aprobadas.
Ellos son los centros de
Estudio de Superación de Posgrado de la Asociación Nacional de
Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), el de América (CEA),
Estudios Martianos (CEM) y el Departamento de Historia de la
Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana.
Hasta ahora integran el
CLACSO por Cuba los centros de Investigaciones Psicológicas y
Sociológicas, el de Investigación y Desarrollo de la Cultura Juan
Marinello, el de Estudios sobre Asia y Medio Oriente, la
Organización No Gubernamental Memoria Popular Latinoamericana
(MEPLA) y el Instituto Nacional de Investigaciones Económicas.
La asamblea general de
esta organización continuará hoy jueves sus sesiones que abarcan
la elección de un nuevo Secretario Ejecutivo y acordar qué país
será la sede de su XXII Congreso. |