CARACAS, 29 de octubre (PL). —
Diputados del Movimiento V República (MVR) presentaron hoy nuevas
pruebas de los planes desestabilizadores de los sectores más
radicales de la oposición venezolana con la participación de la
Agencia Central de Inteligencia (CIA), de Estados Unidos.
Nicolás Maduro y Juan Barreto,
representantes del oficialista MVR en la Asamblea Nacional,
mostraron a los medios de prensa venezolanos un video en el que se
aprecia a agentes de la CIA asesorando a grupos que pretenden llevar
a cabo acciones armadas en los procesos de recolección de firmas,
previstos para noviembre próximo aquí.
El plan, según los diputados,
contempla la realización de actos violentos contra los lugares a
donde acudirá la población venezolana a estampar su rúbrica, ya
sea para solicitar la revocación de los diputados cuya labor
impugna el MVR o del presidente Hugo Chávez.
Como están convencidos de que no
podrán recoger la cantidad de firmas que establece el Consejo
Nacional Electoral, dijeron Maduro y Barreto, no les importa
masacrar a las propias personas que los apoyan.
Su fin, precisaron, es crear un clima
de inestabilidad e ingobernabilidad en el país que propicie la
confusión y el retorno de algunos de los participantes en el golpe
de Estado de abril de 2002 y el paro general posterior.
En el video proyectado en el Palacio
Federal Legislativo se aprecia un avión del tipo CL-60, con
matrícula N202HG, registrado en Miami, que aterrizó en el
aeropuerto de Valencia, proveniente de Atlanta, y permaneció en la
zona de pernoctación de la rampa.
Varios individuos armados que
descendieron de la aeronave, con la fachada de trabajar para una
empresa de seguridad que opera en Venezuela, fueron conducidos a la
residencia de Henrique Salas Romer, candidato a la presidencia en
las elecciones de 1998, ganadas por Hugo Chávez.
Según informes de la Dirección de
Seguridad y Prevención (DISIP), uno de los integrantes de la
comitiva que vino desde Miami y que se despidió de sus anfitriones
con un saludo militar, era Terry Martín Evans, oficial jefe que
dirige las operaciones de la CIA.
Respondemos a (Róger) Noriega (subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos del
Gobierno de Estados Unidos), expresó Maduro, que estamos de acuerdo
en que las relaciones diplomáticas entre nuestros dos países
tienen que ser serias.
"Pero en nombre de esa seriedad,
le pedimos a Estados Unidos que dé el nombre de esas personas que
entran al país encubiertas, revisan puentes y entrenan personas,
como se apreció en el video", el que
predijo,"decepcionará a quienes sostienen que las actividades
de la CIA en Venezuela se habían acabado".
Ambos manifestaron que estas pruebas
las presentarán en Washington y descartaron que las fueran a
entregar al embajador estadounidense aquí, Charles Shapiro,
mientras este no despeje las dudas sobre su actitud en nuestro
país, pues él está bastante al tanto de todo lo que planea la
oposición.
Esto es preocupante y ojalá no esté
sucediendo lo mismo que cuando Estados Unidos preparaba la invasión
a Iraq, ocasión en la que los organismos de seguridad de ese país
le llevaron informes falseados al presidente (George) Bush, añadió
Barreto.
Lo que viene esta gente a impartir a
Venezuela, apuntó refiriéndose a los oficiales de la CIA, no son
precisamente "cursitos", sino a poner planes en marcha
para desestabilizar la recolección de firmas, masacrando incluso a
su propia gente.
Poniendo la teja antes de que cayera
la gotera, los miembros del MVR advirtieron a los medios que no
querían que luego se le echase la culpa al Gobierno por actos
planificados por fascistas interesados en llevar al país nuevamente
al pasado.
"Está en juego la seguridad del
Estado, la permanencia de un proceso democrático (...) Por eso
hacemos un llamado a la gente decente de la oposición a que no se
preste a derramar nuevamente sangre venezolana, sobre todo cuando hay
proyecciones reales de crecimiento económico, estabilidad, empleo,
inversión y navidad".
Los diputados presentaron también la
grabación de una conversación telefónica que sostuvieran Carlos
Ortega, presidente de la opositora Central de Trabajadores de
Venezuela (CTV) y uno de los líderes del golpe de Estado de abril
de 2002 y el paro general, actualmente asilado en Costa Rica, y
Manuel Covas, su segundo.
En su intercambio, ambos no hicieron
más que reafirmar los planes desestabilizadores que se pretenden
llevar a cabo durante los días en los que se recolectarán las
firmas.