''Cuando
estoy en el box me olvido de todo lo que me rodea, excepto de mis
compañeros sobre el terreno", señaló a la AIN el mejor
serpentinero cubano del momento, Norge Luis Vera, quien ansía
lanzar el duelo definitorio del ya inminente preolímpico de
Panamá.
Acompañado de su esposa, Yamila
Aldana, dialogó para sus seguidores en una de las
salas de espera de la terminal número tres del Aeropuerto
Internacional José Martí, poco antes de abordar el avión que este
miércoles le conduciría a la nación istmeña.
Vera confesó que el rol de relevista
lo ha desempeñado muy pocas veces en la pelota cubana, pero que
está listo para ello y más si fuera necesario, como hizo en
República Dominicana y en La Habana, en los juegos Panamericano y
Mundial, cuando trabajó con pocos días de descanso los partidos
que le dieron el título a Cuba frente a Estados Unidos, primero, y
después contra Panamá.
''El lanzador tiene ganado más del
90 por ciento del encuentro en la preparación que haga física y
mentalmente, previo a los juegos. Es muy importante el estudio de
los bateadores y la seguridad y confianza en sí mismo'', expresó
quien a sus 32 años es ídolo en la tierra de los monarcas del orbe
en esa disciplina.
Consciente de que nada podría lograr
sin la ayuda de sus seres queridos, Norge Luis, de poco, pero
certero hablar, como sus lanzamientos, convida a su esposa a que dé
criterios.
Su media naranja Aldana es licenciada
en Cultura Física y trabaja en la dirección de deportes de
Santiago de Cuba, ciudad natal del espigado pitcher.
''Estoy orgullosa de él. Lo
consiento, no lo cargo, especialmente mentalmente, pero le exijo.
Conocer de deportes me lleva a cuidarlo y aconsejarlo, más no le
permito debilidades, pues un atleta precisa ser fuerte física y
espiritualmente'' dijo la también metodóloga de 27 años.
Típica mujer oriental, bella y
brava, espera siempre la victoria de su compañero en la vida cada
vez que este escala el montículo, por ello confía en que hará un gran
rol en el Preolímpico.
''Nosotras, las esposas, y todos los
familiares sufrimos cuando pierden y somos tan felices o más que
ellos, incluso disfrutamos inmensamente, cuando ganan. Yo espero la
victoria y si quien lanza es mi Norge, es doble la felicidad'',
apuntó. (AIN)