El genocida bloqueo imperialista no
solo pretende someter a Cuba por hambre y enfermedades, sino
también mediante la incultura. Y como dijo el Héroe Nacional José
Martí, "La ignorancia mata a los pueblos, y es preciso matar a
la ignorancia".
Tal parece que la camarilla fascista,
fraudulentamente instalada en la Casa Blanca, quiere retrotraer a
los cubanos al pasado neocolonial, época en que más de dos
millones eran iletrados o semianalfabetos, 600 mil niños carecían
de escuelas y 10 mil maestros no tenían trabajo.
De acuerdo con un informe del
Ministerio de Educación, desde inicios de los años 90, debido a
las restricciones que el bloqueo impone a la Isla, el poder de
compra para la importación de medios y recursos destinados a las
escuelas disminuyó entre el 25 y el 30 por ciento.
Se trata de artículos que deben
adquirirse en mercados lejanos, en ocasiones a precios superiores, y
a costa de una erogación adicional de divisas por concepto de
transporte, o debido al temor de numerosos empresarios a represalias
contempladas en leyes extraterritoriales.
En 2002 Cuba importó desde Asia
útiles escolares por valor de 11 millones 700 mil dólares, que de
haberlos obtenido en el mercado estadounidense, habría permitido
fletes más baratos y, por tanto, mayor cantidad de mercancías con
el mismo dinero.
Entre las afectaciones causadas por
la política de EE.UU. se halla la escasez de lápices, libretas y
papel para uso general del proceso docente.
Mediante grandes esfuerzos, apenas se
imprime el 50 por ciento de los libros de texto básicos y los
folletos complementarios.
Al mismo tiempo, envejecen y se van
deteriorando los laboratorios de Física, Química y Biología, y
los talleres de Educación Laboral, sin que haya una respuesta
financiera para solucionar el problema.
A pesar del esfuerzo estatal,
parecida situación se presenta en la enseñanza especial, pues el
bloqueo impide construir todas las escuelas previstas y una más
plena inserción en la sociedad de los niños y jóvenes
discapacitados.
La Antilla Mayor dispone de un canal
de televisión con fines educativos, crea condiciones para abrir
otro similar e instaló televisores en cada aula, con vistas a
perfeccionar el proceso instructivo y formativo de los educandos.
Dispuesto a proporcionar a cada
ciudadano una cultura general integral, el Gobierno cubano ha
formado cientos de miles de trabajadores docentes, y ya existe un
educador por menos de 39 habitantes, promedio que dista mucho del de
Dinamarca, su más cercano seguidor en tal indicador.
Si de alumnos por aula se trata, lo
que este territorio ha alcanzado no admite comparación: 20 ó menos
en la enseñanza primaria y no más de 15 por profesor en secundaria
básica.
Pese al recrudecido cerco de Estados
Unidos, y no obstante los efectos de la crisis económica mundial,
este pequeño país destinó a programas educacionales casi un
cuarto del presupuesto total del Estado en el presente año.
Mal que les pese a los enemigos de la
Revolución, la genocida política yanki y el contubernio de la
Unión Europea, no impedirán que Cuba logre, en breve plazo, contar
con uno de los pueblos más cultos del planeta, para bien suyo y de
la humanidad. (AIN)