MOSCÚ, 24 de octubre (PL). — La
primera nevada no solo trajo las temperaturas más frías
registradas en todas las regiones de Rusia, sino también daños
materiales y víctimas irreparables, según informaron hoy
autoridades de la defensa civil.
En la localidad de Saratov, al sur de
esta capital, las precipitaciones ininterrumpidas de nieve durante
la madrugada ocasionaron la caída de numerosos árboles, aún sin
mudar todas sus hojas, como es habitual al final del otoño, los
cuales dañaron cables de electricidad.
Como consecuencia, este viernes, de
acuerdo con esa fuente, 80 localidades y 53 empresas amanecieron y
aún permanecen sin energía eléctrica.
En Saratov perdió la vida un joven,
electrocutado al hacer contacto con un cable eléctrico dañado bajo
la nieve, y también pereció un pequeño agricultor, cuando
atendía cultivos en su huerto, aplastado por un árbol que le cayó
encima.
Las inclemencias del tiempo y la
ineptitud de las entidades locales para reaccionar, según las
demandas de activistas, ocasionaron que de 12 itinerarios de
tranvías, en Saratov apenas funcionaban dos al inicio del día.
También reportaron la salida de
servicio de más de 536 transformadores eléctricos, y como
consecuencia la falta de fluido en decenas de viviendas, situación
que ensombrece los anuncios incesantes y acciones dispersas a cargo
de las autoridades locales sobre lo que aquí denominan preparación
para el invierno.
Desde hace varias semanas, en el
lejano extremo oriental, en la península rusa de la Kamchatka,
educadores y familiares de los alumnos protestaron por la
insuficiente calefacción en esos inmuebles donde permanecen durante
horas.
La novedad de la primera ventisca no
debe pasar como un símbolo de la temporada, de acuerdo con
analistas, quienes auguran meses de dura prueba para los
responsables de garantizar los aseguramientos básicos ante uno de
los inviernos más crudos.