NUEVA YORK, 23 de octubre (PL).—
El Pentágono planea hacer una inversión millonaria en un proyecto
secreto del Ejército y la Fuerza Aérea para intensificar el
espionaje militar en Iraq con la intención de contrarrestar la
creciente resistencia a la ocupación norteamericana.
La idea es tratar de detectar y
contrarrestar el aumento de los ataques y emboscadas contra las
tropas, acciones cada vez más sofisticadas que reflejan una
cuidadosa planificación y coordinación, admite la jefatura
castrense, según reporta hoy el diario The New York Times.
La víspera, el comandante de las
fuerzas estadounidenses en suelo iraquí, el teniente general
Ricardo Sánchez, reconoció que los ataques de la resistencia van
en ascenso, a un promedio de 20 a 25 acciones por día durante las
últimas tres semanas con el consiguiente incremento de bajas.
El Times recuerda que 203 soldados
norteamericanos han muerto en Iraq, incluidos 104 por fuego hostil
directo, desde el pasado 1ro. de mayo cuando el presidente George W.
Bush declaró completada la invasión.
Dirigentes del ministerio de guerra
han advertido al Congreso que planean gastar cientos de millones de
dólares en vigilancia y espionaje, así como en nuevos métodos
para combatir la insurgencia, pero rehusaron dar detalles sobre el
proyecto conjunto del Ejército y la Fuerza Aérea.
El subsecretario de Defensa, Paul
Wolfowitz ordenó gastos adicionales por 335 millones 500 mil
dólares para comprar y acelerar la producción de nuevos métodos
de contrainsurgencia.
En carta al Congreso, Wolfowitz
precisó que el gasto incluye 38 millones 300 mil dólares para
adquirir zeppelines equipados con cámaras digitales de gran alcance
para espiar los movimientos de las guerrillas.
También habrá 30 millones de
dólares para equipos de interferencia electrónica diseñados para
dañar bombas con detonadores de control remoto y otros 70 millones
destinados a desarrollar y adquirir lo que el funcionario describió
como "tecnologías de rápida reacción y nueva
solución".
Además, se contempla equipar a los
aviones espías piloteados por control remoto, los llamados
Predators (predadores) con nuevos radares y sensores que ayuden a
detectar bombas caseras y presunta actividad guerrillera.
Trascendió que expertos de la Fuerza
Aérea incluso aprenden lecciones de la Policía de Nueva York sobre
técnicas de vigilancia desde helicópteros en zonas urbanas.