ROMA, 23 de octubre (PL).—
El controvertido primer ministro italiano, Silvio Berlusconi,
enfrentará mañana el tercer paro general en sus dos años y medio
de mandato, esta vez dirigido a rechazar nuevas reformas del sistema
social, comentan hoy medios de prensa locales.
La huelga incluirá la suspensión de
labores en hospitales, escuelas, transporte y de los servicios
públicos, en concordancia con una convocatoria de las principales
organizaciones sindicales del país que cuentan con unos 10 millones
de afiliados.
En esas protestas se demandará al
gobierno desistir de sus propósitos de elevar la edad de
jubilación a 65 años para los hombres y 60 para las mujeres, en
tanto se pronuncia por aumentar a cuatro décadas el tiempo de
contribución al fondo de pensiones.
Durante el paro organizado por las
confederaciones General Italiana de Trabajadores (CGIL) e Italiana
sobre el Trabajo (CISL), así como de la Unión Italiana del Trabajo
(UIL), también se prevé el cierre de bancos, estaciones de correo,
tribunales y otras dependencias públicas.
Por su lado, la radio y la
televisión realizarán una suspensión de su trabajo por cuatro
horas, en tanto los medios de prensa escrita y agencias de
información se abstendrán de asistir a sus puestos laborales el
venidero lunes.
Uno de los puntos de la huelga que
puede causar el caos en Italia es la cancelación de al menos 155
vuelos de la compañía aérea Alitalia, lo cual dejaría varados a
unos 24 mil pasajeros.
La paralización del país contempla,
además, a los centros de recreación como cines y teatros, incluida
la suspensión de una función en La Scala de Milán.
Esta huelga será la tercera
organizada por los gremios italianos, después de las realizadas en
abril de 2002 y a finales de ese mismo año, en esta última
ocasión convocada en solitario por la CGIL.
La paralización del país se
producirá, a causa del estancamiento de las negociaciones entre los
principales sindicatos nacionales y el gobierno de Berlusconi que
justifica las reformas con el envejecimiento de la población y la
caída de la tasa de natalidad.
Italia registra una natalidad nula,
en tanto se reduce la relación de personas en edad laboral activa
que deben sostener los pagos del fondo de pensiones.
Los cambios, ya aprobados por el
equipo ministerial de Berlusconi deberán entrar en vigor en 2008.
Una reciente encuesta señala que uno de cada 10 interrogados se
opone a esa iniciativa del gabinete conservador italiano.