En enero de 2004 entrará en vigencia TLC 
entre Chile y EE.UU.

Pese al optimismo en el oficialismo, senadores y líderes políticos se manifiestan opuestos a parte del tratado

SANTIAGO DE CHILE, 23 de octubre. — El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Chile y Estados Unidos quedó en condiciones de entrar en vigencia el 1ro. de enero de 2004 después de que el Senado lo aprobara con amplia mayoría, afirmaron hoy autoridades parlamentarias.

Las fuentes indicaron que en esa asamblea el TLC fue aprobado anoche por 34 votos a favor, cinco en contra y cinco abstenciones, y será el último trámite legislativo en Chile, pues ya fue refrendado por la Cámara de Diputados, según un despacho de PL.

El pasado 31 de julio el tratado había sido ratificado por el Parlamento estadounidense tras 14 rondas de negociaciones durante dos años.

La sesión en el Senado chileno fue interrumpida por protestas de grupos antiglobalización que fueron desalojados de las tribunas de la sala por orden del presidente de esa corporación, Andrés Zaldívar.

La Cámara Alta sólo podía pronunciarse sobre el proyecto en forma completa y no puede realizar ningún cambio en el texto acordado entre los gobiernos de Santiago y Washington.

En un plazo de 12 años, según estipula el compromiso, todos los bienes y servicios de intercambio quedarán libres de aranceles, lo cual supone la posibilidad para los empresarios locales de ingresar al mercado más importante del mundo, pero también el ingreso desde Estados Unidos hacia el chileno no tendrá restricciones.

Medios radiales informaron que desde la ciudad Ho Chi Minh, Viet Nam, el presidente Ricardo Lagos expresó este jueves su satisfacción por la aprobación del TLC en el Senado.

Observadores dijeron que el mandatario no habló de las asimetrías de todo tipo que operan contra Chile por las grandes diferencias tecnológicas y de capital con Estados Unidos.

Pese al optimismo en el oficialismo, senadores y líderes políticos se manifiestan opuestos a parte del tratado.

El democratacristiano Rafael Moreno y Hernán Larraín, de la opositora Unión Demócrata Independiente (UDI), emitieron sus reparos al acuerdo bilateral por los posibles daños que podría causar en los pequeños y medianos agricultores del país.

En tal sentido, analistas consideran también que los beneficios esperados por la Casa Blanca son más de proyección política que económica dado el reducido tamaño del mercado nacional.

 

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