ESTOCOLMO, 6 de octubre (PL).—
Los importantes aportes realizados al desarrollo de la técnica
imagenológica de Resonancia Magnética Nuclear (RMN), llevaron hoy
a los científicos Paul C. Lauterbur y Peter Mansfield a obtener el
Premio Nobel de Medicina y Fisiología 2003.
HANS
JORNVALL, SECRETARIO DE LA ACADEMIA NOBEL, ANUNCIA QUE LOS LAUREADOS
CON EL PREMIO NOBEL DE MEDICINA DE ESTE AÑO SON PAUL C. LAUTERBUR,
DE LA UNIVERSIDAD DE ILLINOIS (EE.UU.), Y SIR PETER MANSFIELD, DE LA
UNIVERSIDAD DE NOTTINGHAM (REINO UNIDO)
Lauterbur, nacido en
Estados Unidos en 1929, creó una imagen bidimensional de las
estructuras y órganos internos del cuerpo controlando la intensidad
del campo magnético, aspecto que determinó mediante el análisis
de las ondas de radio emitidas.
Por su parte, Mansfield,
de 69 años y oriundo de Gran Bretaña, demostró cómo las señales
podían ser analizadas matemáticamente, posibilitando el
perfeccionamiento de una técnica útil de formación de imágenes.
Estos hallazgos llevaron
al conocimiento de la actual RMN y la Tomografía por Resonancia
Magnética, explicó la Asamblea Nobel del Instituto Karolonska de
Suecia, y representa un gran avance para la investigación médica.
La RMN es un avanzado
método diagnóstico de exploración radiológica que surge a
principios de los años 80, y se destaca porque permite obtener
imágenes, de forma no invasiva, sin emitir radiaciones ionizantes y
en cualquier plano del espacio.
Posee la capacidad de
diferenciar mejor que cualquier otra técnica radiológica las
distintas estructuras anatómicas, ya que el estudio se hace
mediante cortes en tres planos: axial, coronal y sagital. Además
permite atravesar el sistema óseo con lo que es posible la
observación detallada de tejidos blandos.
Las primeras
investigaciones en Resonancia Magnética se realizaron en 1945 por
Félix Bloch, en la Universidad de Stanford, luego en 1946, Edward
Pucell, en Harvard, realizó las primeras pruebas con objetos
sólidos. Ambos expertos compartieron el Premio Nobel, en 1952, por
sus trabajos.
Sin embargo, no es hasta
1967 que se comienzan a aplicarse los descubrimientos logrados hasta
entonces con organismos vivos.
En 1972, Laterbur se dio
cuenta de que era posible utilizar esta técnica para producir
imágenes y logró inicialmente crear una imagen de los protones en
una muestra de agua, llegando a obtener reproducciones de limones,
pimientos, animales y, finalmente, seres humanos vivos.
Actualmente la RMN es un
método rutinario de diagnóstico rápido. Se calcula que anualmente
en todo el mundo se realizan más de 60 millones de investigaciones
con esta técnica que está en constante evolución.
Especialmente valiosa
para la formación de imágenes minuciosas del cerebro y médula
espinal, la RMN ha mejorado significativamente el diagnóstico de un
sinnúmero de patologías, reduciendo el riesgo y la incomodidad de
los pacientes.