Aprendiendo a improvisar

PAQUITA ARMAS FONSECA

Foto: JORGE LUIS GONZÁLEZEn la Escuela de Instructores de Arte Eduardo García Delgado, de Ciudad de La Habana, se realizó el Segundo Seminario Nacional de Niños Improvisadores, con 150 alumnos y 22 profesores de todas las provincias.

Al preguntarle a Alexis Díaz Pimienta, el porqué de este avance, dice: "Esto se pudo lograr porque en febrero de este año inauguramos, con unos 700 educandos, 32 talleres especializados en todo el país, que fungen como filiales de la Cátedra Experimental de Poesía Improvisada en la Facultad de Música del Instituto Superior de Arte, que yo dirijo".

La Cátedra es uno de los sueños hechos realidad por Alexis, repentista, poeta, narrador, ensayista y promotor cultural que ha conseguido demostrar las hipótesis desarrolladas en su libro Teoría de la improvisación, primeras paginas para el estudio del repentismo. A este importante volumen le siguieron Cómo nace un repentista, metodología de la enseñanza de la improvisación poética y Diccionario de la rima, que son los textos básicos para la formación de los noveles improvisadores.

Sobre este seminario, organizado por el Centro Iberoamericano de la Décima, Alexis apunta: "Hemos impartido tres cursos metodológicos formando repentistas desde el punto de vista docente, estos artistas devenidos profesores están al frente en distintos municipios y provincias. Han hecho la selección de cuatro niños por taller, de unos 20 por aula".

Por primera vez se cumple el objetivo de que la enseñanza de la improvisación avance en todo el país y que todos los estudiantes intercambien acerca de lo que se está haciendo en cada lugar. Es un seminario puramente docente, artístico, lúdico y participativo en el que se van a poner en práctica la mayoría de los juegos diseñados para la enseñanza de la improvisación.

Canalizar o posibilitar que los niños que tengan vocación o talento para cualquier rama de la cultura, no solo para la décima puedan encontrar en la décima y la improvisación otra de las formas de potenciar su inteligencia, es uno de los objetivos de la Cátedra más que hacer repentistas.

"Estamos creando improvisadores —comenta Alexis—, pero también escritores, receptores e investigadores potenciales de una tradición tan rica como la creación de décima en Cuba. Tampoco hemos inventado el agua tibia, ya desde la época griega, y sobre todo, en la época andalucí, en España, hay noticias de que existían escuelas de improvisación."

Díaz Pimienta ganó el último verano el Premio Cucalambé, en Las Tunas, un concurso internacional para los cultores de la décima escrita. El monto monetario del premio fue donado por este intelectual para el financiamiento de un doble álbum fonográfico —y la impresión de un cuaderno, que en este caso será asumido por el Instituto Cubano del Libro— contentivo de las mejores realizaciones improvisatorias infanto-juveniles, que fabricará la EGREM.

 

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