Más de 70 000 personas con
cáncer se trataron con la toxina del alacrán azul, cuya acción
terapéutica contra el flagelo ensaya con éxito un equipo
multidisciplinario de científicos de Guantánamo, región cubana
más oriental.
Los pacientes proceden de todas las
provincias del archipiélago y de varias naciones europeas y
latinoamericanas, incluida México, la cual a principios de la
actual década fue sede del Congreso Internacional de Medicina
Tradicional y Alternativa Terapéutica.
En ese encuentro impresionó
gratamente Escozul, nombre comercial del biopreparado de la mayor de
las Antillas, probado también con resultados aleccionadores en
pacientes con VIH-SIDA, en el hospital universitario de Mbarara,
Uganda.
Personalidades como el cantante
azteca Joan Sebastián se someten a tratamiento con la medicina
obtenida de la dilución del veneno del escorpión azul (Rhopalurus
junceus), de notoria efectividad en el combate contra varias
tumoraciones malignas, inflamación pélvica, mal de Parkinson y
otras dolencias.
El fármaco ha beneficiado a unos
10 000 pacientes este año, e integra un proyecto Nacional de
Investigación y Desarrollo, aprobado por el Ministerio de Ciencia,
Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y dirigido por el Instituto de
Oncología y Radiobiología, de Salud Pública.
Escozul se administra controladamente
a pacientes afectados de inflamaciones pélvicas o prostáticas
susceptibles de malignidad, explicó a la AIN el licenciado Misael
Bordier, precursor del proyecto.
Aseguró el científico que el
medicamento arroja una positiva respuesta clínica y de laboratorio
en el 97 por ciento de las personas con síntomas correspondientes a
esas patologías.
No hablamos de cura absoluta —precisó—,
sino de notable mejoría, incremento de la calidad de vida y
erradicación total de las protuberancia en la mayoría de los
enfermos.
El colectivo guantanamero se
esfuerza, junto a la Facultad de Ciencias Médicas del territorio y
al Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma
de México, para obtener a fines del año en curso o principios del
próximo una síntesis de la sustancia y con ella la posibilidad de
producirla a gran escala.
Este componente anticancerígeno
novedoso, original y aplicable posee el Certificado de Registro de
Marca, concedido por Resolución (3136 de 1999) de la Oficina Cubana
de la Propiedad Industrial, a favor del CITMA. (AIN)