Contra la improvisación y el mal gusto
Una batalla
pedagógica de Eduardo Valdés Rivero
Pedro
de la Hoz
Cuando
se le pregunta a Eduardo Valdés Rivero cuál es el sentido de su
vida, no vacila en responder: "Dignificar la profesión del
productor artístico de espectáculos. Es una especialidad muy
respetable en la que no caben la improvisación ni el mal gusto".
Desde la Asociación de
Artistas Escénicos de la UNEAC, donde ocupa la vicepresidencia de
la Sección de Directores de Teatro, Valdés Rivero se halla al
frente de un sistema de formación y superación profesional cuyo
nuevo hito se halla a las puertas del almanaque. El próximo 3 de
noviembre —la matrícula estará abierta en la sede de 17 y H del
20 al 30 de octubre— comenzará el curso de producción de teatro,
danza y espectáculos, que se extenderá por ocho meses.
"El
talento —afirma el veterano productor— se cultiva en el rigor.
Asumir espectáculos para la escena requiere de sólidos
conocimientos. Es por ello que concebimos un plan curricular que
abarca el estudio de la cultura cubana, la danza, la apreciación
musical, el diseño de escenografía, las luces y el vestuario, el
maquillaje, el sonido, la mercadotecnia y la organización de la
producción escénica."
Desde 1996, y para dar
respuesta a planteamientos de los Congresos de la UNEAC, Valdés
Rivero ha desarrollado una labor pedagógica en la implementación
de cursos de asistentes de dirección, de dirección artística de
espectáculos musicales, de guión, producción y realización
artística en este último campo, y de organización de la
producción cinematográfica.
En ellos ha volcado su
experiencia de cuatro décadas en el mundo del espectáculo.
Argumenta que "el ejercicio de la docencia complementa mi labor como
director y productor, en tanto nos obliga a superarnos, a
profundizar en la teoría, a actualizarnos constantemente, y a la
vez, contribuye a que haya una continuidad profesional".
Esa labor trascendió
fuera de la Isla por interés del Instituto Campechano de Cultura,
en la vecina México, donde el colectivo que dirige Valdés Rivero
impartió una Maestría en Artes.
¿Y qué sucede cuando
los discípulos sobrepasan al profesor? "Una profunda alegría en mi
interior. Lo que más quisiera es saber que viene una nueva
promoción de productores artísticos en capacidad de ofrecer una
imagen mucho más alta de nuestra cultura sobre la escena. Ese es mi
sueño de profesor".
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