Leyes y desarrollo tecnológico navegan juntos
LOURDES PÉREZ
NAVARRO
Intentar crear una
legislación universal para regular las relaciones derivadas del
empleo de novedosas tecnologías de las informaciones y las
comunicaciones, la cual entre otros elementos abarca el comercio
electrónico, los delitos informáticos, la protección a los
consumidores y la preservación de los documentos digitalizados, es
la voluntad de los técnicos y especialistas provenientes de una
veintena de países participantes en el Tercer Congreso Mundial de
Derecho e Informática que concluye hoy en el capitalino Palacio de
las Convenciones.
Yarina Amoroso.
Pero lograrlo requerirá
tiempo y esfuerzos. No en todos los rincones del planeta existe
igual desarrollo en estos sectores, y ejemplo de ello es que solo un
reducido por ciento de la humanidad accede a Internet.
Aun cuando en el
contexto del evento se comentó acerca de las experiencias de alguna
que otra ley modelo, el objetivo será poder aplicarlas, lo cual
dependerá de la adecuada correspondencia entre el ordenamiento
jurídico y el desarrollo tecnológico alcanzado.
No se puede perder de
vista que la legislación es un reflejo del nivel de desarrollo,
comenta a Granma Yarina Amoroso, presidenta de la Sociedad
Cubana de Derecho e Informática. En nuestro caso considero que
existe una correspondencia elemental entre el nivel informático en
el país y las normativas jurídicas que poseemos.
Esto no quiere decir,
agrega, que no haya que trabajar —como lo hacemos—, en la
elaboración de normativas sobre documentos electrónicos, firmas
electrónicas y otros, pero es un proceso paulatino en el que
además de legislar hay que crear las estructuras organizativas que
comprenden el sistema de archivo, la conservación del patrimonio
documental electrónico, y contar con operadores jurídicos capaces
de llevar a cabo el proceso.
El problema, dice la
especialista, es legislar sobre la base de las condiciones propias
de nuestro país e identificar cuáles son los vacíos. Actualmente
poseemos leyes que reprimen conductas o infracciones por el uso
indebido o abusivo de la informática y las comunicaciones (Código
Penal, Código Civil, Ley de Soberanía y otras); y en la medida en
que desarrollemos las tecnologías entraremos, como ya va siendo
necesario, en la privacidad y la protección de datos personales,
entre otros aspectos.
En relación con la
informática jurídica la también directora del departamento de
igual nombre del Ministerio de Justicia (MINJUS), agregó que
nuestro país muestra algunos resultados, "aunque
modestos", en los que han intervenido, además, el Tribunal
Supremo Popular, la Fiscalía General de la República, la
Organización Nacional de Bufetes Colectivos, la Unión Nacional de
Juristas de Cuba y la Facultad de Derecho.
En estos momentos el
MINJUS ejecuta un programa de informatización en busca de
eficiencia y eficacia en los servicios que brinda a la población.
Algunas notarías poseen equipos informáticos para la elaboración
de documentos y 22 puntos del país acceden a servicios telemáticos
que posibilitan la entrega rápida a los ciudadanos de las
solicitudes de antecedentes penales.
También trabajan en la
aplicación de un sistema de comunicación con el Registro de Actos
de Última Voluntad con el objetivo de agilizar los procesos de
adjudicación de bienes, al entregar en menor tiempo los datos sobre
los testamentos.
Además existen cinco
consulados cubanos (París, Roma y los tres de España) que remiten
por vía electrónica información sobre actos de cubanos en el
exterior (nacimiento, matrimonio, fallecimiento y otros).
Actualmente también se
trabaja en la instrumentación de la Intranet del MINJUS cuya
máxima expresión está en el sitio de la Gaceta Oficial de la
República de Cuba que tiene alrededor de dos mil suscriptores. |