Unos 900 trabajadores de la
agroindustria azucarera de la provincia agramontina iniciaron en
este curso, a tiempo completo, carreras en aulas filiales de la
Universidad de Camagüey.
La mayoría de los educandos tienen
en la superación su forma de empleo, y devengan el salario promedio
del último año que precedió a los cambios, como parte del
programa de reestructuración que empezó ese sector de la economía
cubana a mediados del 2002.
Los otros son activos en sus labores
habituales, quienes se acogieron a facilidades brindadas por el
Estado para capacitarse en la enseñanza superior.
Las especialidades son en las
ingenierías Industrial, Electromecánica, Agronómica y en
Mecanización, además de licenciaturas en Contabilidad y Estudios
Socioculturales, con una duración en cada una de seis calendarios
docentes.
Antes de su ingreso en la Educación
Superior los estudiantes aprobaron un curso de nivelación.
En Camagüey funcionan 11 aulas para
impartir las clases, localizadas en ocho municipios de la provincia,
y los profesores provienen del propio sector, debidamente
categorizados por la Universidad.
El programa de reestructuración,
conocido como Tarea Álvaro Reinoso, en homenaje al sabio cubano del
siglo XIX, tiene en este territorio a unos 15 000 azucareros en
las aulas, quienes se superan cultural o técnicamente.
Ese redimensionamiento dejó en
Camagüey nueve centrales en operaciones, dos de ellos mieleros,
eliminó a cinco de la producción, y transforma áreas cañeras en
bien de la ganadería, cultivos de viandas y hortalizas y para el
desarrollo forestal.