La próxima beatificación de Madre Teresa de Calcuta

Se "desboca" la mercadotecnia

A sólo unos días después del anuncio del Vaticano sobre su próxima beatificación el 19 de octubre, han aparecido en Estados Unidos y Europa estampillas, obras musicales, dibujos animados, rosarios, crucifijos, llaveros alegóricos y camisetas, entre otros objetos de amplia circulación comercial, cuyas fabulosas ganancias no serán destinadas precisamente para mejorar las condiciones de vida de aquellos a quienes la Madre Teresa dedicó su conocida obra de amor

ÁNGEL RODRÍGUEZ ÁLVAREZ
Servicio Especial de la AIN

El mundo la conoció y aprendió a quererla con el nombre de Madre Teresa, aunque su verdadera identidad fue Agnes Gonsche Bojaxhiv, natural de Skopje, en Macedonia.

La extraordinaria religiosa, fallecida el 5 de septiembre de 1997, dedicó todas sus energías a lo largo de varios decenios a brindar apoyo espiritual y material a los más pobres de los barrios marginales de Calcuta, en la India, país donde permaneció la mayor parte de su octogenaria existencia.

Ella se convirtió en símbolo de entrega y solidaridad humana, y se destacó, entre otras muchas virtudes, por la nobleza, austeridad y vida discreta, ajena y enemiga de la publicidad y las lentejuelas.

Desde hace algunas semanas la ilustre monja vuelve a ser noticia, debido al anuncio del Vaticano sobre su próxima beatificación el 19 de octubre, en un proceso inusualmente acelerado sin precedente en las rígidas normas eclesiales establecidas para conceder la santidad.

Nada tiene de extraño esta decisión, dadas las poco comunes virtudes de la religiosa, quien será honrada adicionalmente al ser incluida la ceremonia entre las programadas con motivo del aniversario 25 del papado de Juan XXIII, honor reservado para alguien muy querido.

Lo que sí llama la atención, es la forma oportunista en que los promotores de la libre empresa y la sociedad de consumo han desarrollado una vertiginosa mercadotecnia alrededor de la respetable figura religiosa, para lucrar escandalosamente con su imagen.

Solo unos días después de tal anuncio han aparecido en Estados Unidos y Europa estampillas, obras musicales, dibujos animados, rosarios, crucifijos, llaveros alegóricos y camisetas, entre otros objetos de amplia circulación comercial, cuyas fabulosas ganancias no serán destinadas precisamente para mejorar las condiciones de vida de aquellos a quienes la Madre Teresa dedicó su conocida obra de amor.

Pero el mercado libre, haciendo honor a su nombre, es tan libre que ignora los límites de lo racional y transgrede el buen gusto, el sentido común y el debido respeto a la memoria de quien merece otro recuerdo.

Aunque parezca increíble, por estos días aparecen en los anaqueles de las boutiques, junto a los artículos mencionados, ¡muestras de sangre de la religiosa!

Lo peor resulta que nadie se ha escandalizado por ello y el libelo de la mafia de Miami, el Nuevo Herald, ofrece la información con la misma naturalidad con que lo haría si se tratara de la venta de finas confituras a la entrada de un parque de diversiones.

Valga como ejemplo demostrativo de hasta dónde pueden llegar, bajo la égida del libre mercado, los emprendedores hombres de negocio en algunos países autoproclamados paradigmas democráticos. (AIN)

 

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