IX Festival
Internacional de Teatro de La Habana
Bienvenido el
pensamiento de los teatreros
Andrés
D. Abreu
Con el pensamiento del
dramaturgo español Alfonso Sastre expresado en su conferencia Los
intelectuales y el teatro hoy, comenzó ayer en la sala Caturla
del Teatro Auditorium Amadeo Roldán, el evento teórico del IX
Festival Internacional de Teatro de La Habana.
Obertura por Teatro Batida.
Sastre, quien se
considera, por encima de todo, un escritor de lo que denomina parlatura
(literatura dramática) esbozó en su intervención un conjunto de
ideas acerca de la dialéctica del teatro a partir de las relaciones
que se establecen entre el dramaturgo, los teatristas y el carácter
social del espectáculo teatral.
El destacado
intelectual, luego de calificar al Teatro español como una
institución reaccionaria contra la cual, paradójicamente, se ha
gestado históricamente lo mejor de este arte en su país, instó a
reivindicar el carácter colectivo de los espectáculos dramáticos
llamando así a un teatro vertebral consciente de los desafíos del
mundo de hoy y contra el imperio.
Sastre abogó por
movilizar la escena hacia un sentido trascendental y de progreso,
con un público potencial en esas multitudes que han salido a
protestar contra las guerras, refiriéndose, además, a la necesidad
de una crítica leal a nuestras propias situaciones, que hagan de la
sala de teatro un centro de fuertes contradicciones dialécticas que
sirva de eco de los dolores y las esperanzas del mundo.
Durante el debate
propiciado por las inteligentes y humorísticas reflexiones del
dramaturgo, se escucharon otros importantes planteamientos suyos
sobre la censura y la autocensura, el teatro de agitación social,
el reanálisis del concepto de masas y los avatares del texto
teatral durante las puestas en escena, con mención especial para
esa obra pragmática que es Escuadra hacia la muerte, aún
hoy, a los cincuenta años de su escritura.
TEATREROS DEL MUNDO
QUE YA ANDAN LA HABANA
Ya recorren calles,
plazas y salas de la capital algunos de los teatreros del mundo que
han llegado a nuestra Isla del teatro.
Entre los que animarán
hoy los escenarios del Festival está la compañía italiana Oplas
Teatro-La Tierra Nueva (La Piragua, 7:00 p.m.) quienes hasta el
lunes 22 se presentarán con el espectáculo Érase una vez el
lago de los cisnes.
Es esta una agrupación
de bailarines que buscan acercar el público a los clásicos del
ballet desde una perspectiva teatral. Su director, Luca Bruni, un ex
alumno de Maurice Bejart, confesó su admiración por la gran
bailarina Alicia Alonso y por Cuba, a donde llegaron en gesto de
solidaridad y en contra del Gobierno de Berlusconi.
También por el gran
interés que genera Cuba y como manifestación contra el bloqueo
llegó de Dinamarca Teatro Batida con su obra Obertura.
Esa agrupación de 20
años de experiencia y subsistencia como compañía independiente
propone una puesta de teatro, música y danza totalmente creada por
sus integrantes y en un lenguaje que consideran universal a pesar de
un escaso texto expresado en inglés.
La historia de una
orquesta que narran en 45 minutos será presentada en La Casa de la
Comedia (21 y 22, 6:00 p.m.) y en la Plaza de Armas el 26 (6:00
p.m.)
De América también
andan La Habana los colombianos de Teatro Itinerante del Sol
dirigidos por Beatriz Camargo, ex integrante de La Candelaria, quien
dio gracias a Cuba y a su Festival por servir de espacio al teatro
de las minorías.
Con su pieza Muysua
(sala Covarrubias del Teatro Nacional, 24 y 25, 8:30 p.m.) esta
agrupación trabaja de forma ética y estética la memoria de los
pueblos ancestrales en una demostración de salvaguarda de la
especie humana contra el exterminio de la globalización.
En un lenguaje
mito-poético y onírico y bajo el lema: Todo lo que le pasa a la
Tierra le pasará a sus hijos, esta pieza muestra cómo, a pesar de
la violación de las culturas aborígenes, gracias a sus
sabidurías, ellas sobreviven y renacen en el mundo contemporáneo.
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