Estancadas negociaciones de OMC, nada de acuerdo agrícola

El canciller brasileño, Celso Amorim, declaró que la OMC corre el riesgo de volverse irrelevante si no adopta en esta cumbre un compromiso claro para que los países ricos reduzcan las subvenciones, como se estableció en la pasada declaración ministerial

MÉXICO, 12 de septiembre (PL). — Las negociaciones en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC), con sede en Cancún, prosiguen hoy estancadas a dos días de iniciadas, mientras en el tema agrícola no se vislumbra ningún acuerdo.

La prensa mexicana señala este viernes que se mantienen inflexibles ante cualquier consenso, Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, frente a los países del llamado Grupo de los 21 (G-21), entre estos las naciones que concentran el 63 por ciento de los productores agrícolas del mundo.

El fondo de la discusión, según el diario La Jornada, es la reducción de los subsidios por parte de los gobiernos a sus productores, que dejan fuera de competencia en el mercado a los productos de las naciones en desarrollo, donde es limitada la ayuda a los labriegos.

Los mismos enviados de organismos financieros internacionales aseguran que una disminución de los subsidios agrícolas propiciaría una sustantiva reducción de la pobreza en el mundo.

Sin embargo, se asegura que en los debates la delegación norteamericana ha criticado abiertamente al G-21, que lidera Brasil y plantea una eliminación de subsidios a la exportación de bienes agrícolas, lo cual también rechazan las naciones industrializadas.

Para Estados Unidos, opina el diario, el tema agrícola es una cuestión de política nacional, más que una discusión técnica, y sus enviados se empeñan en imponer sus criterios.

En declaraciones a la prensa, el canciller brasileño, Celso Amorim, declaró que la OMC corre el riesgo de volverse irrelevante si no adopta en esta cumbre un compromiso claro para que los países ricos reduzcan las subvenciones, como se estableció en la pasada declaración ministerial.

Amorim defendió el derecho del G-21 de organizarse y enfrentar políticamente las posturas de las naciones desarrolladas, y señaló el respaldo a que los países pobres no pueden abrir más sus mercados a cambio de una promesa de las naciones industrializadas de reducir en el futuro las subvenciones a la agricultura.

En el contexto de la reunión ministerial de la OMC trascendió que el acuerdo alcanzado hace una semana para que los países pobres puedan comprar copias genéricas de medicamentos extremadamente costosos, corre el riesgo de quedar en el aire, por las complejas reglas para su aplicación.

Organizaciones independientes participantes en las jornadas del Foro de los Pueblos coincidieron en que algunos países, como los africanos, con una alta incidencia de epidemias y del SIDA, no cuentan con estos medicamentos para combatir estas enfermedades, pero tampoco pueden importarlos.

Sin embargo, se afirma que los países ricos tratan de eliminar ese acuerdo mediante convenios regionales o bilaterales en materia de comercio, en los cuales se establecen medidas más estrictas y diferentes a las negociadas en la OMC y con acápites especiales en cuanto a la propiedad intelectual.

Se denunció que los tratados de este tipo imponen disposiciones de propiedad intelectual a los países en desarrollo que limitan su capacidad para implementar los acuerdos como el de Doha hace dos años y proteger la salud pública.

Con respecto al combate a la pobreza, un artículo divulgado en Cancún señala que en este asunto no se requieren milagros ni Mesías, sino una determinación moral y política de la OMC, que tiene un potencial para transformar la vida de 1 200 millones de personas en el mundo que sobreviven con menos de un dólar diario.

 

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