CANCUN, MEXICO, 12 de septiembre
(PL). — Complejas e intensas negociaciones caracterizan hoy el
panorama de la cita ministerial de la Organización Mundial del
Comercio (OMC), dirigidas a concretar una declaración final del
encuentro.
Sobre la base de un borrador de siete
páginas e igual cantidad de anexos, marcados por numerosas
interrogantes, los expertos del organismo multilateral intentan
conciliar las posiciones de los diferentes bloques en torno a los
principales temas de la agenda.
Para esa actividad, la OMC activó su
maquinaria con cinco ministros llamados "facilitadores",
cuya responsabilidad conlleva la convocatoria incluso de reuniones
restringidas, todo ello para alcanzar una declaración final a
cualquier precio.
La tarea más ardua corresponde a
George Yeo Yong-Bon (Singapur), quien se encarga del tema agrícola,
unido a Mukisha Kituyi, de Kenya, en Comercio y desarrollo, mientras
el canadiense Pierre Pettigrew asume los llamados nuevos temas.
Asimismo, Clement Rohee (Guyana)
organiza los debates en torno aspectos vinculados a la propiedad
intelectual y Henry Tang Ying-Yen, de Hong Kong, dirige el análisis
del acceso al mercado para los productos no agrícolas.
Los analistas recordaron que las
decisiones en la OMC se adoptan por consenso, de ahí la importancia
de lograr el visto bueno de todos los miembros de la entidad para
dar curso a una versión definitiva de la declaración final.
A medida que se acerca el plazo para
que finalice el foro, se suceden las convocatorias a salas privadas
a aquellos países que deseen aportar elementos al proceso
negociador, e incluso se citan a los jefes de delegaciones de
naciones pequeñas para intentar cambios en determinadas posiciones.
Por supuesto, en esa compleja madeja
se mueven con mayores opciones las delegaciones de potencias
económicas como Estados Unidos y la Unión Europea (UE), que
tradicionalmente asisten a este tipo de reunión con equipos de
numerosos especialistas.
Una primera señal de las tensiones
surgió el jueves, cuando se conoció por fuentes diplomáticas de
los reclamos formulados por el representante del Comercio Exterior
de Estados Unidos, Robert Zoellick, a varios de los miembros que
integran el Grupo de los 21.
Al respecto, el funcionario exigió
compromisos para evitar el fracaso de la reunión ministerial, en
especial un mayor acceso a los mercados agrícolas de las naciones
en desarrollo de nivel intermedio.
La prensa destaca, además, los
comentarios del senador Chuck Grassley, titular del comité de
Finanzas del Congreso norteamericano, quien desde Washington
criticó al Grupo de los 21 al señalar que sus integrantes reclaman
recortes en las ayudas internas a la agricultura, sin ofrecer la
apertura de sus mercados.