En nombre de millones

Pastor Batista y Orlando Guevara

Foto: JUVENAL BALÁNSANTIAGO DE CUBA— Fue este sábado, en el Salón de los Vitrales de la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, de esta Ciudad Héroe, poco después de concluir el acto central por el Día de la Rebeldía Nacional en el antiguo polígono del Moncada, hoy Ciudad Escolar 26 de Julio.

Condecoración por única vez con la Medalla Conmemorativa "50 Aniversario del 26 de Julio" a los participantes de esa gesta y a los expedicionarios del yate Granma.

Parecía como si el tiempo hubiese retornado cinco décadas atrás, cuando la noche antes del asalto Fidel se reunía con los que horas después partirían hacia el Moncada, y allí develó el secreto celosamente guardado, y Raúl Gomez García leyó su poema Ya estamos en combate.

Faltaban ahora los caídos en combate y casi un centenar asesinado los días siguientes, entre ellos el poeta, y los que no pudieron por razones naturales llegar hasta aquí. Pero estaban todos presentes en el espíritu y la lealtad de sus compañeros. Y sobre todo, en la obra de la Revolución, que sobrepasa en mucho los sueños de los jóvenes revolucionarios de entonces.

Fidel los fue abrazando uno a uno, recordando tal vez las cosas de aquella primera noche, o de las más de 20 mil quinientas noches que han pasado, con sus días y madrugadas de lucha, de regocijos y amarguras, porque en una Revolución verdadera no hay tregua ni reposo, y con todo lo alcanzado, es mucho lo que falta para derrotar totalmente la injusticia y la aspiración de quienes no cesan en conspirar contra nuestro mundo posible.

Ramiro lo diría en nombre de todos: en los nuevos tiempos seguiremos estando contigo, bajo tu guía y la del Partido, leales a la Revolución y al pueblo, y sus sencillas palabras de compañero fiel, del Moncada, el Granma, la Invasión, de mil y una batallas en defensa de la Patria, parecían salidas de las gargantas de millones de cubanos de uno a otro extremo del país, y allende los mares.

Al dirigirse a los presentes para agradecer la condecoración, Fidel expresó el privilegio que significa no solo haber vivido estos 50 años de incesante batallar, sino también poder apreciar la obra de la Revolución, por la que precisamente aquel 26 de Julio el grupo de jóvenes decidió asaltar los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Refirió parte de los avances que ha tenido Cuba en la educación, la salud y en otras esferas, así como el poderoso capital humano con que cuenta el país, razones que lo llevaron a reiterar nuevamente la afirmación hecha minutos antes, en la Ciudad Escolar 26 de Julio, acerca de que el programa del Moncada se cumplió y se sobrecumplió.

"Somos un pueblo que se puede sentir orgulloso de su capacidad" —dijo—, y refirió cómo en todos estos años cientos de miles de cubanos han prestado solidaria e internacionalista ayuda en otras tierras del mundo.

Finalmente aseguró no tener la menor duda de que en manos de este pueblo de hoy cualquier meta es alcanzable y cualquier objetivo posible.

 

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