A medio siglo del 26 de Julio

Un contexto bien diferente

NÉSTOR NÚÑEZ
Especial para la AIN

Se dice que la Revolución Cubana ha marcado toda una época en la historia actual, sobre todo en el contexto del hemisferio americano.

Por primera vez una nación del área, luego de la lucha anticolonialista, logró romper los asideros tendidos desde Washington, y que convirtieron a América Latina en una suerte de protectorado del poderoso vecino del Norte.

Hace medio siglo, cuando los jóvenes conducidos por Fidel Castro asaltaron el cuartel Moncada, ni Cuba ni el resto del área se apartaban sustancialmente del esquema de dominación diseñado en la Casa Blanca.

No puede olvidarse que al influjo de la Guerra Fría y el feroz anticomunismo por ella desatado, para los estrategas norteamericanos resultaba inadmisible todo acto de autodeterminación regional.

Eran los tiempos de la agresión a la República Popular Democrática de Corea, las constantes tensiones con la URSS y las provocaciones abiertas contra el campo socialista europeo.

En esta región, estimada traspatio estratégico de los Estados Unidos, debía asegurarse el dominio férreo del imperio, y en consecuencia se acudió a todos los métodos posibles para evitar la extensión del titulado "peligro rojo" en la zona.

Es el momento en que se estrechan los pactos militares del Pentágono con los ejércitos locales en busca de aliados decisivos a la hora de reprimir a los movimientos progresistas, y es el instante también de la imposición, colaboración y complicidad con regímenes tiránicos.

Solo en la Cuenca del Caribe y Centroamérica, aledañas geográficamente a territorio norteamericano, campeaban por su respeto Fulgencio Batista, en Cuba; Rafael Leónidas Trujillo, en República Dominicana, y Anastasio Somoza, en Nicaragua.

Medio siglo después, a la resistencia de Cuba en defensa de la independencia ganada en 1959, se suma un cuadro diferente en la zona. Como si se hiciera honor al proverbio que anuncia que a grandes problemas corresponden grandes soluciones, resurge en América Latina el intento por promover cambios favorables a sus vilipendiados pueblos.

Varios gobernantes, preocupados por la suerte de sus pueblos, han asumido el poder con la intención de reivindicar a la región y alejarse de los dañinos patrones impuestos desde el exterior.

Una razón más que alentadora para una nación profundamente latinoamericanista como Cuba. (AIN)

 

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