MADRID, 18 de julio (PL).
— Aunque el envío de tropas españolas a Iraq para cooperar con
los invasores angloestadounidenses en ese país es un hecho,
continúa hoy la polémica entre gobierno y oposición sobre el
tema.
En declaraciones a la prensa, el
secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE),
José Luis Rodríguez Zapatero, calificó como un error histórico
que España "se sume como fuerza ocupante de Iraq".
En cambio, desde el gobierno
encabezado por José María Aznar se insiste en que el envió de un
contingente de 1 300 militares está amparado por las Naciones
Unidas, aun cuando esto no esté del todo claro y países como Rusia
pidan un mandato expreso de la ONU para el despliegue de fuerzas
extranjeras en el país ocupado.
Este tema fue abordado por el
vicepresidente del gobierno, Mariano Rajoy, en conferencia de prensa
al término de una reunión del Consejo de Ministros, pero su
respuesta fue la misma: la resolución 1483 del Consejo de Seguridad
lo aprueba, fue la escueta declaración del alto funcionario.
Analistas consideran al respecto que
el ejecutivo español parece mostrarse "más papista que el
Papa" si se tiene en cuenta que incluso el secretario de Estado
norteamericano, Colin Powell, se manifestó favorable a esa
posibilidad con tal de poder involucrar a más países en la
aventura iraquí.
Rajoy, no obstante, no perdió
oportunidad para arremeter contra la oposición por su rechazo al
envío de soldados españoles y la acusó de solo querer obtener
réditos políticos.
El argumento esgrimido por Rajoy
ahora es que si ningún país manda tropas a Iraq, cuál sería la
alternativa para "establecer el orden" en la nación
árabe.
Pero resulta evidente que el gobierno
de derechas una vez más se ha quedado solo, con toda la oposición
en su contra, en este tema.
Ello se evidenció la víspera cuando
el Ministro de Defensa, Federico Trillo, a duras penas trató de
justificar la medida ante un Parlamento renuente, y sobre el peligro
que correrán los soldados por la creciente resistencia iraquí,
aseguró que tienen órdenes de emplear la fuerza
"mínimamente" si son atacados.
Aún así alegó que la misión
española de tropas "no tiene carácter combatiente", y
por si había dudas sembró muchas más al argumentar que tendrán
un "perfil propio y humanitario" que el gobierno se está
encargando en estos momentos de decidir.