RÍO DE JANEIRO, 18 de julio (PL).
— El Instituto Nacional de Seguridad Social de Brasil acaba de
descubrir que en los últimos 18 años registró 82 563 casos
de muerte con derecho a pensión correspondientes a personas que
están vivas y trabajando.
Un cruzamiento de datos en los
sistemas de la Empresa de tecnología e informaciones de la
seguridad social permitió descubrir que esas personas,
presuntamente muertas entre 1963 y hasta la fecha, continúan
registradas como vinculadas laboralmente en el Centro Nacional de
Informaciones Sociales.
De esto se deduce que la cantidad de
"muertos vivos" puede ser aún mayor, si se considera la
posibilidad de que muchos de los que cobran pensiones sin haber
fallecido no estén registrados como vinculados laboralmente.
La investigación comenzó a partir
de descubrirse que en el barrio carioca de Sao Goncalo eran pagadas
más de 130 pensiones a pesar de que seguían vivas las personas por
cuya supuesta muerte se pagaba a sus beneficiarios.