Denuncian
militarización de la sociedad norteamericana
Miguel
Ángel Untoria Pedroso
Con una Mesa Redonda
sobre los temas debatidos y la entrega de certificados a los
participantes, concluyó en el Centro de Estudios sobre Estados
Unidos (CESEU), de la Universidad de La Habana, el Seminario sobre
Estudios Chicanos.
El doctor Jorge
Hernández, director del centro, realizó las conclusiones de la
actividad docente y entregó los certificados a los participantes.
Con anterioridad,
impartieron sus conferencias sobre temas relacionados con la cultura
y la educación, el profesor Hernán S. García de la New Mexico
State University, el profesor Robert E. Bahruth de la Boise State
University, y Daniel Flores Morales, graduado de la Universidad de
California.
En el transcurso de la
Mesa Redonda, los participantes pasaron revista a los temas
estudiados y debatieron el futuro de los chicanos desde diferentes
puntos de vista.
Durante la jornada del
miércoles, el seminario denunció la militarización de la sociedad
norteamericana.
Una ley aprobada por la
administración Bush, hace dos años, abrió las puertas de las
escuelas públicas norteamericanas a los reclutadores del
Pentágono, afirmó el doctor Jorge Mariscal, de la Universidad de
California.
La militarización
siempre había existido en los Estados Unidos, pero ahora está
entrando muy fuerte en las escuelas del sistema educativo público,
afirmó.
Conocida como "No child
left behind" (ningún joven dejado atrás) la medida permite por
primera a los reclutadores de las Fuerzas Armadas recorrer los
pasillos de las escuelas tras niños de hasta siete años de edad,
haciéndoles promesas económicas.
En estas escuelas, una
gran mayoría de los estudiantes son latinos, negros y blancos
pobres y los resultados de la legislación ya son palpables al
examinar la composición de las Fuerzas Armadas.
El Pentágono se lleva a
los mejores y más preparados, porque utiliza grandes recursos
económicos, pero también se lleva a los más pobres y con los
peores resultados académicos, relativamente a bajo costo, y estos
últimos ocupan las posiciones más difíciles y peligrosas en las
unidades militares del Ejército y del Cuerpo de Infantería de
Marina.
En esas posiciones de
combate del Ejército, los latinos son el 25%, y en el Cuerpo de
Infantería de Marina son el 17%.
Mientras en el cuerpo de
oficiales de todas las ramas de las Fuerzas Armadas los latinos
representan solo el 3% de los altos rangos, los oficiales blancos
representan el 88% del total.
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