Fox admite castigo en las urnas, pero niega cambios en su gabinete

El Presidente de México expresó que "el abstencionismo fue importante y levantó muchas interrogantes a todos", y aunque dejó entrever una posible evaluación a su gestión en las boletas, atribuyó la falta de cumplimiento de promesas electorales a la situación económica internacional

MÉXICO, 17 de julio (PL). — Aunque admite que el abstencionismo en las urnas recientemente se debió a un "desencanto ciudadano", el presidente de México, Vicente Fox, se niega hoy a realizar cambios en su gabinete, sugeridos en altos círculos políticos de poder.

En la edición matutina del noticiario radial Monitor, Fox dijo que "el abstencionismo fue importante y levantó muchas interrogantes a todos", y aunque dejó entrever una posible evaluación a su gestión en las boletas, atribuyó la falta de cumplimiento de promesas electorales a la situación económica internacional.

Señaló que espera reactivar el crecimiento económico y la generación de empleos que prometió en su campaña de gobierno, que se vieron afectadas por los dos últimos años difíciles de recesión global en economías líderes.

Dijo que ya "se apagó el motor de las exportaciones", porque el país no está comercializando sus productos nacionales como antes, como consecuencia de la situación económica internacional y ahora se ha encendido el motor del fortalecimiento del mercado interno".

La idea es movernos de un país de trabajadores a un país de emprendedores, expuso Fox al matutino radial en una entrevista en vivo, con lo cual dejó una incógnita entre los radioyentes sobre el verdadero significado de ese concepto presidencial.

El diario El Universal reproduce este jueves declaraciones del mandatario mexicano en un foro, en las que dijo que el equilibrio de las fuerzas políticas en la Cámara de Diputados no se modificó y advirtió que "nadie puede pretender gobernar desde el Congreso".

Sin embargo, el gubernamental Partido Acción Nacional (PAN) sufrió un descalabro y en la próxima legislatura de la Cámara Baja tendrá 53 escaños menos, lo cual es visto como la oportunidad de la oposición para impedir que pasen proyectos del grupo en el poder.

El mandatario mexicano, no obstante, negó que la ausencia del 58 por ciento de los electores convocados a los comicios federales legislativos fuera un voto de castigo al PAN o un rechazo a su gobierno.

Estimó que, en todo caso, la votación "castigó a todos los partidos", dice El Universal hoy, y agrega que el mandatario reveló haber ordenado dos encuestas con el fin de determinar las causas del nivel de abstencionismo registrado.

 

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