MADRID, 17 de junio (PL).
— El gobernante Partido Popular (PP), gracias a su mayoría
parlamentaria, logró hoy anular las demandas de la oposición para
que el jefe del gabinete, José María Aznar, comparezca en el
Congreso de Diputados.
Toda la oposición intentó sacar
adelante en la junta de portavoces varias proposiciones para que el
Presidente del gobierno diera explicaciones a la Cámara Baja sobre
el nuevo envío de tropas a Iraq, misión que la oposición en pleno
considera muy peligrosa.
En declaraciones a la prensa, el
portavoz del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Jesús
Caldera, recordó que ayer mismo la Casa Blanca reconoció que el
conflicto no ha acabado, que la resistencia iraquí está cada vez
mejor organizada y que los invasores se enfrentan a una verdadera
guerra de guerrillas.
Sin embargo, desde el Gobierno se
considera muy importante el despliegue de un contingente de
1 300 militares y de otros 1 200 de algunas naciones
latinoamericanas, también bajo su mando, en una zona del centro sur
de Iraq.
Pero, además de este polémico tema,
la bancada del PP también impidió que Aznar explique en el
Congreso en qué informes se basó para decir que el gobierno de
Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva, situación que
tiene en jaque a las administraciones de Estados Unidos y Gran
Bretaña.
El portavoz del partido gobernante,
Gustavo de Arístegui, argumentó para desechar la petición que las
acusaciones contra Aznar de haber mentido no son responsabilidad del
Gobierno pues los informes no eran de fuentes españolas.
Al respecto, brindó la endeble
justificación de que las autoridades españolas se basaron "en
las informaciones de prensa y en las convicciones que toda la
comunidad internacional tenía" sobre la existencia de las
armas, que siguen sin aparecer.
El coordinador general
de la coalición Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, señaló que
Aznar debía ser procesado por la Fiscalía General del Estado por
mentir.
De paso el PP también bloqueó la
solicitud de llevar a cabo una investigación sobre la muerte del
camarógrafo José Couso, en Bagdad, por los disparos de un tanque
norteamericano contra el hotel donde se hospedaban los periodistas.
Para completar el cierre se
desestimó, igualmente, la apertura de una investigación sobre la
muerte de 62 militares españoles en un accidente aéreo en Turquía
hace casi dos meses cuando retornaban de una misión en Afganistán.
En este asunto el Ejecutivo
argumentó que es suficiente con las pesquisas que realiza en el
lugar del accidente el Gobierno turco.
Desde la oposición, la intransigencia
de la bancada del PP es un reflejo del fuerte resquebrajamiento del
consenso democrático que caracterizó a las fuerzas políticas
españolas hasta hace unos años, y auguraron que ello a la larga
puede tener graves consecuencias para el desenvolvimiento de la vida
parlamentaria.