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¿Cuántos son de pura cepa?
Alfonso
Nacianceno
¿No
les parece extraño que un norteamericano se llame Jun Chang; o un
canadiense Geng Lijuan; o que un argentino responda al nombre de Liu
Song?
Lo inusual hoy en el
tenis de mesa es que un cubano o un dominicano de pura cepa ascienda
al podio de premiaciones en los Juegos Panamericanos, mientras
Estados Unidos, defendido por asiáticos nacionalizados, arrasa con
las medallas de oro puestas en disputa, como aconteció en la pasada
edición del evento.
El dúo Reinier Sosa-Dimey Góngora,
una esperanza cubana de medalla.
Estadounidenses,
canadienses y argentinos se repartieron el grueso del botín en
Winnipeg, aunque los dos últimos solo alcanzaron preseas de plata y
bronce. Otros tres, Chile, Brasil y Cuba, accedían al cuadro de
medallas, y de ellos únicamente los nuestros presentaron en la
competencia a selecciones 100% autóctonas.
Ahora, al parecer en el
afán de realizar un papel destacado en la cita que organizarán en
casa, los dominicanos sumaron entre sus jugadores a dos asiáticos
nacionalizados, en tanto los líderes de la edición de 1999
nuevamente preparan listas cuajadas de importados, o en el mejor de
los casos, hijos de importados, explica Hugo Ferrer, entrenador de
la selección nacional.
Cuba llevará a
República Dominicana a un equipo en el que Reinier Sosa será el
único veterano de Winnipeg. Los nuestros ganaron el primer lugar en
el torneo clasificatorio efectuado a principios de este año en El
Salvador y esa victoria les da derecho a matricular a ocho
deportistas para el clásico continental.
Mucho dirá el sorteo
del 6 de agosto, porque en la lid de dobles se empleará el sistema
de eliminación sencilla y muerte súbita cuando entre en el tramo
de los 32 mejores. Para esta porfía, los dúos del patio los
integran Reinier Sosa-Dimey Góngora, Boris Roque-Pavel Oxamendi,
Dayana Ferrer-Yadira Silva y Anisleibis Bereau-Glendy González.
El tenis de mesa
panamericano responde al programa de los Juegos Olímpicos, por eso
restringe sus acciones a los dobles e individuales. Las esperanzas
de los cubanos radican en lograr un par de preseas bronceadas con
sus parejas y tratar de incluir a alguna figura entre los ocho
primeros en la disputa individual.
Tres niveles
cualitativos muestra este deporte en el ámbito mundial. En el
primero aparecen China, Suecia, Francia, Italia, Belarús y Croacia.
Después están Japón, Alemania, España, Suiza y Dinamarca junto a
otros países desarrollados, y el tercer escalón lo ocupan los
planteles de América, sumados Estados Unidos y Canadá. |