WASHINGTON, 17 de julio (PL). — La
Casa Blanca y su máxima figura, George W. Bush, continúan hoy
inmersos en la controversia que provocó el uso de información
ilegítima por el gobernante estadounidense, para promover en el
Congreso la agresión militar a Iraq.
Una serie de investigaciones comenzaron
en el Capitolio desde que se desmintió el informe sobre la supuesta
compra de uranio por parte de Bagdad en África, incluido en el
discurso de Bush sobre el estado de la Nación, el 28 de enero
pasado.
Precisamente la víspera, el
director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), George Tenet,
presentó una declaración en el Senado, en una sesión a puertas
cerradas durante la cual se declaró culpable por la utilización de
la falsa información.
Sin embargo, el Comité de Inteligencia de la Cámara Alta
indicó que llevará
las investigaciones más allá de la CIA y examinará el papel desempeñado por la Casa Blanca.
Incluso, el presidente del comité,
el senador republicano Pat Roberts, expuso la posibilidad de que el
grupo cite a declarar a funcionarios del gobierno, informó la
cadena CNN.
Roberts precisó: "estamos
manejando este asunto agresivamente. Lo llevaremos a donde nos
lleve, y las responsabilidades caerán donde deban. Tendremos
audiencias y un reporte público, además de un reporte clasificado
al Senado".
El también republicano John
Rockefeller declaró que "Tent asumió la culpa, estuvo bien de
su parte. En mi mente se mantiene la pregunta de que si aquí es
donde debiera terminar el asunto. Pienso que no, creo que hay otras
personas en el gobierno que tenían conocimiento del hecho".
Sobre esas bases, un amplio número
de congresistas y expertos cree que la verdadera responsabilidad
podría estar entre las filas del vicepresidente Richard Cheney o la
asesora de Seguridad Nacional, Condoleeza Rice, agregó CNN.
La oración de 16 palabras que Bush
utilizó para acusar a Iraq de buscar grandes cantidades de uranio
en África, para reactivar su programa de armas nucleares, ha
desatado una crisis de credibilidad para la administración Bush.
Y como los demócratas reconocen que
"a río revuelto, ganancia de pescador", ahora atacan con
todo al mandatario, como parte de la campaña de ese partido con
miras a las elecciones presidenciales del 2004.
Uno de los precandidatos demócratas,
John Edwards, refirió sobre la actual controversia que "el
presidente de Estados Unidos es responsable por lo que dice, no la
CIA, no George Tenet".
"Lo que escuché en esta
audiencia lo demuestra, es importante para el presidente y la Casa
Blanca aceptar la responsabilidad por lo que dicen", concluyó.