Falso reporte de EE.UU., elemento contundente 
para invasión a Iraq

WASHINGTON, 16 de julio (PL). — El falso reporte sobre la supuesta compra de uranio por parte de Bagdad en África resultó elemento contundente en la campaña liderada por el presidente estadounidense, George W. Bush, para promover la invasión militar a Iraq.

Aunque ahora es desmentida completamente y los asesores de Bush justifican su uso a un "error de inteligencia", lo cierto es que el tema del uranio se convirtió en la única información públicamente indiscutible de la administración norteamericana, en su hipótesis acerca de la reactivación del programa nuclear iraquí.

Eso explica porqué la Casa Blanca se esforzó para mantener esa información en el discurso del estado de la Nación, pronunciado por Bush el 28 de enero, afirma hoy el diario The Washington Post.

Incluso, continua el Post, el informe se atribuyó a Gran Bretaña, aún cuando la Agencia Central de Inteligencia (CIA) investigó el caso con anterioridad.

Empero, luego de descubrirse la falsedad del documento, pretexto fundamental para la futura agresión a territorio iraquí, una severa tormenta política se desató en Washington.

Ayer, la cadena ABC reveló que los informes sobre el supuesto comercio de uranio entre Iraq y Níger fueron suministrados por un diplomático nigerino en Roma, a los servicios secretos italianos (SISMI).

De acuerdo con la telemisora, ese representante africano en Italia —cuya identidad no fue divulgada— vendió en unos pocos miles de dólares la información errónea, compartida con Londres, que luego la envió a Estados Unidos.

Vince Cannistraro, experto norteamericano en antiterrorismo y ex miembro de la sección terrorismo de la CIA, respaldó la versión de la ABC.

"Hubo relaciones respecto a la venta de uranio de Níger a Iraq en los años 80, y pienso que este diplomático aparentemente vio una oportunidad para hacer un poco de dinero, alimentando la controversia sobre el programa de armas de destrucción masiva en Iraq", destacó Cannistraro.

Sin embargo, el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, negó este miércoles que el SISMI entregará "ningún documento a otros servicios o a otras autoridades extranjeras".

Mientras tanto, el desmentido contrabando entre Bagdad y Niamey ha provocado una crisis de credibilidad al gobierno de Washington, especialmente a Bush.

Por tal motivo, el jefe de la Casa Blanca está ahora a la defensiva, e intenta minimizar el efecto negativo provocado por la mentira incluida en su discurso del 28 de enero.

"Creo que la información confidencial que se tenía era muy buena información y los discursos que he pronunciado estaban respaldados por muy buena información", dijo Bush el lunes a la prensa.

Los demócratas, encabezados por los precandidatos presidenciales para las elecciones de 2004, iniciaron una campaña de críticas a Bush.

El lunes, el senador republicano Arlen Specter echó más leña al fuego, cuando responsabilizó enteramente al mandatario de lo ocurrido.

 

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