Represión y desalojos campesinos en Costa Rica
SAN JOSÉ, 15 de julio.—
La Policía desalojó con gases lacrimógenos a 750 familias rurales
en la provincia de Heredia, unos 100 kilómetros al Norte de aquí,
con el saldo de un muerto y varios heridos, confirmó hoy el diario
La Prensa Libre de Costa Rica, informa Prensa Latina.
Según la edición
electrónica, Héctor Monestel, apoderado agrario de los campesinos,
dijo que acudirá ante la Defensoría de los Habitantes para
denunciar la muerte a golpes de Gerardo Moya Solís (46 años) y la
destrucción total de las viviendas.
Este es el segundo hecho
de violencia ocurrido en menos de una semana contra los precaristas
que desde hace tres años se asentaron en terrenos ociosos de la
Standard Fruit Company, donde edificaron chozas y sembraron para
sobrevivir.
El jueves último, unos
600 efectivos de la Fuerza Pública hirieron a tres personas y
detuvieron a otras 10.
La prensa publicó
dramáticas fotografías de la represión policial, entre las cuales
se destacaban instantáneas de la brutal detención de la dirigente
comunal Yolanda Piedra, quien trató de resistir la acción.
En julio del 2001, la
finca Bambuzal, de Sarapiquí, fue escenario de un hecho similar por
parte de las fuerzas policiales, que con el uso de armas ocasionaron
heridas a 38 campesinos del lugar.
Desde entonces, el caso
es objeto de un litigio en el Juzgado de Pococí que, como medida
cautelar, evitó la expulsión de los aldeanos, pero la iniciativa
fue anulada el 3 de julio último, aunque aún no es firme, por lo
que puede ser impugnada.
Un reporte de la
edición digital de la Nación explicó, además, que,
aparentemente, en forma simultánea, el mismo conflicto fue llevado
a la Fiscalía de Sarapiquí por el supuesto cargo de usurpación, y
el tribunal dictó con premura una sentencia de desalojo.
El defensor agrario
Fabricio González puntualizó que es imposible tratar un mismo
asunto en dos tribunales, uno penal y otro agrario.
González añadió que
acusará a la empresa propietaria de la finca por desobediencia, ya
que solicitó el desalojo antes de que quedara en firme la
anulación de la medida cautelar del Juzgado Agrario.
Afirmó que sus
representados no renunciarán al legítimo derecho de habitar las
fincas de Bambuzal y culpó al Gobierno de Costa Rica y al
Ministerio de Seguridad por ser cómplices de la empresa Standard
Fruit Company y atentar contra las familias rurales.
Mientras, el presidente
de esa compañía, Rogelio Ramos, comentó que lo único que hizo
fue actuar con base en una orden judicial de desalojo.
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