WASHINGTON, 21 de junio.—El
presidente de Estados Unidos, George Bush, dijo que su país
permanecerá en Iraq el tiempo que sea necesario, mientras las armas
de destrucción masiva siguen si aparecer.
Prensa Latina destaca que el
mandatario estadounidense abordó el tema iraquí en su mensaje
radial de los sábados y aseguró que los lugares donde debían
estar las armas de exterminio masivo que sirvieron de justificación
a la agresión contra la nación árabe fueron saqueados.
Bush admitió que Iraq sigue siendo
peligroso para las tropas de ocupación; desde el supuesto fin de la
guerra han tenido 55 bajas.
Iraq se está convirtiendo
paulatinamente en un conflicto que no acaba, sino que evoluciona. El
país sigue protagonizando una guerra de baja intensidad en la que
la superioridad bélica de las tropas de ocupación no alcanza para
asegurar la estabilidad y la reconstrucción, consideran analistas.
Según Roger Beaumont, profesor de
historia de la Universidad de Texas, ahora en Iraq se está
produciendo una etapa de insurgencia contra los ocupantes.
El general Ray Odierno, comandante de
la Cuarta División de Infantería, afirma que esta insurgencia es
principalmente de ex miembros del partido Baath y efectivos del
disuelto organismo de inteligencia iraquí Mubarakhat.
Beaumont predijo que las bajas
estadounidenses en Iraq van a aumentar.
Hay un levantamiento popular, un
movimiento de resistencia contra la ocupación estadounidense,
consideran expertos en Medio Oriente.
Mientras la situación parece
complicarse, continúan los esfuerzos de especialistas
norteamericanos para encontrar las armas de exterminio masivo, pero
éstas siguen sin aparecer.
La afirmación hoy del presidente
Bush de que serán encontradas, hace pensar a algunos analistas en
la posibilidad de que realmente aparezcan pero como han denunciado
algunos ex-oficiales de la CIA serían producto de una operación de
"siembra" por parte de especialistas norteamericanos.