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El primer poder del pueblo tiene que ser el del conocimiento
Asegura el presidente
Hugo Chávez Frías que al finalizar el 2004 no debe quedar en
Venezuela un solo analfabeto
Félix
López y Ricardo López Hevia
Enviados especiales
CARACAS.— La noticia
recorre Venezuela y el mundo. El sol de la alfabetización asoma en
los cerros, llanos y la gran sabana de la tierra bolivariana. El
presidente Hugo Chávez Frías anunció este viernes, en la
ceremonia de juramentación de la Comisión Nacional de la
denominada Misión Robinson, que el próximo primero de julio
comenzará en todo el país una batalla contra la oscuridad y la
ignorancia.
Juramentan los miembros de la Comisión Nacional del Plan de Alfabetización.
En el acto —celebrado
en la sala Ríos Reyna del teatro Teresa Carreño— el mandatario
venezolano explicó que para enseñar a leer y a escribir a un
millón y medio de analfabetos, se ha conformado un poderoso
ejército de la luz, que en número superior a los cien mil,
iluminará los más recónditos lugares de la extensa geografía del
país con las antorchas del conocimiento. Vamos a librar esta
batalla, dijo, por aire, mar y tierra, y llegaremos hasta la última
persona que necesite nuestra ayuda.
Aseguró Chávez que la
meta de la revolución, inspirada en Simón Bolívar, sigue siendo
la de dar al pueblo la mayor suma de felicidad posible. En ese
empeño, llamó a todos los sectores de la sociedad a unirse y
contribuir al éxito del Plan Nacional de Alfabetización, con la
seguridad de que la más noble y hermosa meta que se ha propuesto su
Gobierno, romperá las funestas cadenas que por siglos han oprimido
al país, e hicieron expresar a Bolívar: "Por la ignorancia nos han
dominado más que por la fuerza".
¿POR QUÉ MISIÓN
ROBINSON?
Poco antes de la
intervención del líder venezolano, Luis Ignacio Gómez Gutiérrez,
ministro de Educación de Cuba, dio lectura a una calurosa misiva
del Comandante en Jefe Fidel Castro, en la que califica a este día
de hermoso e histórico, y aseguró que por Venezuela —la de
Bolívar, Sucre y Simón Rodríguez— los cubanos estamos
dispuestos a dar nuestras vidas.
Emocionado por la carta
del Comandante, Chávez agradeció su ayuda solidaria, la del pueblo
cubano y de los colaboradores que en gesto altruista y desinteresado
ayudan a eliminar el analfabetismo en Venezuela. Recalcó, con
energía, que son estúpidas las críticas contra Cuba. Habría que
decirles a los jinetes del Apocalipsis y a los periódicos que
manejan la "estupidez ilustrada" lo que en alguna ocasión dijo el
Quijote a su escudero: "Ladran, Sancho, señal de que avanzamos".
Tras explicar que la
Misión Robinson ha tomado su nombre del seudónimo de Simón
Rodríguez, el maestro de Bolívar, y tendrá como lema el de Yo sí
puedo, aportado por el método cubano, Chávez explicó que el Plan
Piloto que se desarrolla desde hace un mes en Caracas, Aragua,
Maracay y Miranda, ha demostrado la efectividad de las clases a
través de los medios audiovisuales, sistema que Cuba diseñó para
cualquier país del mundo que lo necesite y acaba de recibir el
reconocimiento de la UNESCO.
Además de pedir el
apoyo nacional, de comunidades, círculos bolivarianos, partidos de
la revolución, amas de casa, y trabajadores para lograr el éxito
de la alfabetización, el Presidente venezolano afirmó que el país
también está derrotando las dificultades económicas, sobre todo
las que produjeron los golpistas, esos que ahora hablan de
cubanización y trataron de asesinar a la república, y que durante
años y años dejaron la nación a la deriva y se olvidaron de la
educación, la salud, el deporte y el pueblo.
La economía, dijo, va
bien: las reservas internacionales están cerca de 17 500 millones
de dólares, Petróleos de Venezuela (PDVSA) está trabajando a todo
vapor, produciendo tres millones de barriles diarios de petróleo,
se recupera la agricultura, continúa el plan de entrega de tierras
y de créditos. Esos son los signos de recuperación después del
golpe, y nos permiten designar un presupuesto a la Misión Robinson
cercano a los 50 000 millones de bolívares, del cual ya se dispone
de la primera parte para ayudar a los facilitadores en temas como el
pasaje y la alimentación, además de todo lo que necesita un
extraordinario despliegue de fuerzas y medios de transporte.
LAS VOCES DE LOS
PROTAGONISTAS
Al concluir la ceremonia
de juramentación, Eliécer Otaiza Castillo, presidente de la
Comisión Nacional del Plan Robinson y del Instituto Nacional de
Cooperación Educacional (INCE), expresó que asumían un compromiso
de vida y de lucha, en el día más feliz de sus vidas, porque
asumían la misión más importante de la Revolución bolivariana.
Es algo más que enseñar a leer y a escribir a unos compatriotas,
se trata de un reto que tenemos los venezolanos ante Latinoamérica
y el mundo.
El presidente Chávez,
explicó, nos ha planteado la tarea de salir a buscar a ese millón
y medio de analfabetos que existen en el país, y enseñarlos con el
método que generosamente nos han donado los amigos cubanos. Si
triunfamos, estaremos fundando una esperanza para los casi 900
millones de analfabetos que existen en el mundo y esperan una
oportunidad para salir de la oscuridad. El Plan Piloto nos ha
demostrado que en el primer mes más del 85% de los iletrados ha
obtenido impresionantes resultados. Y ese, afirmó Otaiza, es el
pasaje a la esperanza.
En otra parte de su
intervención, Otaiza pidió a los medios de comunicación que dejen
de atacar la campaña y aprovechen la oportunidad de hacer algo
noble por el pueblo venezolano. Estamos dispuestos, dijo, a
enseñarles con detalles la metodología del Yo sí puedo, donde no
aparece ni una sola referencia política, y sí un profundo respeto
por el ser humano, sensibilidad y amor.
Minutos después, la
joven maestra venezolana Eglis del Valle Reyes, una de las
facilitadoras de la campaña en Catia la Mar, estado de Vargas,
realizó la presentación del método, que se basa en el empleo de
las nuevas tecnologías, pero en lugar de complejizar la enseñanza
se apoya en los valores humanos y en los deseos y la alegría de
aprender. Entre el televisor, el video, la clase grabada y los
alumnos, un facilitador hace de puente entre la técnica y el alma
de las personas.
Eglis —que desde hace
15 años participa en otros intentos inconclusos de alfabetización—
aseguró que no ha conocido método más sencillo y humano. Al
conjugar los números y las letras (sistema que parte de lo conocido
por el iletrado), los especialistas cubanos han encontrado un
sistema didáctico y con posibilidades de ser aplicado en cualquier
parte del mundo, incluidas las olvidadas regiones indígenas.
En nombre de los cientos
de militares de la Fuerza Armada Nacional que lideran el Plan
Nacional de Alfabetización, el subteniente José Ernesto Segovia
expresó que se siente orgulloso de pertenecer a un ejército que
salió de su país a liberar naciones hermanas y nunca para
oprimirlas, pero más aún por estar al frente de la más
extraordinaria y humana batalla de este siglo venezolano: la de
educar a nuestros compatriotas. El primer poder del pueblo, como nos
ha enseñado Chávez, tiene que ser el del conocimiento.
"Yo sí puedo", dijo el alfabetizado
José Melquíades Moreno.
En un momento de
especial significación, José Melquíades Moreno Moreno, uno de los
que ya aprenden en las aulas, subió al podio y dijo con humildes,
pero sentidas palabras: "Yo soy venezolano y quiero, c..., que todo
el mundo se sienta orgulloso de aprender a leer y a escribir. Yo soy
uno de los analfabetos que está estudiando. Yo sí puedo".
Esos históricos
momentos, y el patriotismo de los militares, jóvenes y estudiantes
que inundaron el Teresa Carreño, hicieron exclamar a Chávez: "¡Estoy
seguro de que triunfaremos! Este año debemos alfabetizar, en tres
meses, cerca de un millón de compatriotas. Y la misión continuará
en el 2004, y para finales del próximo año no debe haber ni un
solo analfabeto en Venezuela. Haremos todo lo que haya que hacer.
¡Felicitación y adelante muchachos! ¡A triunfar!, esa es la
consigna. ¡A triunfar! ¡A triunfar! ¡A triunfar!
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