Comités Regionales
para democratizar la cultura
Sobre el arte y su
influencia popular habla Silvia Díaz Alvarado, directora general del
CONAC de Venezuela
LUIS SUARDÍAZ
Durante
las sesiones del Congreso de Cultura y Desarrollo departimos con la
caraqueña Silvia Díaz Alvarado, directora general del Consejo
Nacional de la Cultura (CONAC), organismo rector de la cultura en
Venezuela. Ceramista, con más de diez años en las artes del fuego,
Master en Gerencia Empresarial, Licenciada en Administración, cuya
radiante juventud no le ha impedido trabajar durante un lustro como
funcionaria en diversos organismos culturales, principalmente de la
capital de su país, y auspiciar proyectos de creación artística y
talleres en los barrios populosos. Silvia asiste a este Congreso
apenas dos meses después de asumir el cargo y no ignora que ella y su
equipo tienen por delante una tarea tan necesaria como compleja.
"No
es posible enumerar todos los proyectos en los que estamos trabajando,
dice, pero al menos esbozaré algunos. El presidente Chávez ha dicho
que nuestro deber es transferirle poder al pueblo, y en ese sentido
nos proponemos crear los Comités Regionales de Cultura, a fin de
poner a su disposición los recursos que antes se destinaban a grupos,
a colectivos con frecuencia radicados en la capital, y de ese modo
contribuir a la democratización del trabajo creador".
El CONAC, que preside el
viceministro Francisco Sesto Novas, tiene la misión de propiciar el
buen funcionamiento de las instituciones que forman parte de su
gestión. "Este es el caso —comenta— de la Editora Monte Ávila
que debe llevar el libro más allá de nuestras fronteras, sin
descuidar los intereses domésticos, y también de la Biblioteca
Ayacucho con más de doscientos títulos de grandes autores de nuestra
América en su haber, que ahora aspiramos a que lleguen también en
ediciones económicas a las mayorías".
El complejo cultural
Teresa Carreño, la Biblioteca Nacional, la amplia red de museos y
galerías, los institutos para las artes, el Centro Rómulo Gallegos
tienen, en su opinión, que desempeñar un papel muy activo en este
proceso, porque la cultura no es un lujo sino una necesidad. "Por eso —afirma—
uno de nuestros más caros empeños es la creación de la Universidad
de las Artes".
La Directora General del
CONAC puntualiza: "Las obras más significativas de nuestros creadores
merecen ser conocidas en otros países y con Cuba venimos trabajando
para consolidar y ampliar un fructífero intercambio. Sin duda los
proyectos que nos ocupan nos enriquecen espiritualmente, porque
contribuyen a democratizar la cultura, llevarla realmente al pueblo
que la crea y aunque mi labor como ceramista pueda disminuir o
posponerse, bien vale la pena". (Más
información)
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