QUITO, 23 de mayo (PL). — La hija
del guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara inicia hoy en
la ciudad ecuatoriana de Esmeraldas una etapa de trabajo médico
social, durante la cual consultará a niños alérgicos.
Aleida Guevara marchó muy
entusiasmada hacia esa localidad norteña, con costas al océano
Pacífico, después de varios días de estancia en Ecuador, donde
desarrolló múltiples actividades en las cuales estuvo presente con
fuerza la solidaridad con Cuba.
A Esmeraldas la doctora Guevara
llevó un lote de vacunas antialérgicas, elaboradas en el
laboratorio del hospital pediátrico habanero William
Soler, donde labora, para dejar en tratamiento a menores con
ese padecimiento.
Para ella han sido jornadas de muchas
emociones las vividas desde su llegada a Quito el pasado domingo,
pero confesó a Prensa Latina que una de las mayores fue provocada
por una pintura.
En Azogue, cabecera de la provincia
de Carchi, fue sorprendida cuando un artista le obsequio una obra en
la cual se ve a ella misma, muy pequeña, en brazos de su padre.
Es la imagen del Guerrillero
Heroico, el hombre del cual mucho le han preguntado y cuando
un estudiante quiso saber cómo podía emularse su ejemplo,
resumió: "ser como el Che es muy difícil, pero no
imposible".
Aleida viajó a aquella ciudad
invitada a varios actos con las autoridades locales y la Asociación
de Amigos de Cuba, uno de ellos la inauguración de un vehículo
móvil de salud.
Entre sus últimas actividades en
Quito se cuentan haber recibido el título de Huésped Ilustre de la
Universidad Central, donde además impartió en la Facultad de
Medicina una conferencia sobre el sistema de salud en Cuba.
En el propio centro de estudios, en
el paraninfo Che Guevara de la Facultad de Jurisprudencia, Aleida
fue la oradora principal en un acto organizado por la Federación de
Estudiantes Universitarios y la Coordinadora Ecuatoriana de
Solidaridad con Cuba.
Ante un auditorio abarrotado por más
de 800 personas, hizo una pormenorizada explicación de las
condiciones en su país antes y después del triunfo de la
Revolución (1959).
De tal forma argumentó el por qué
de los esfuerzos y la decisión de los cubanos de defender sus
logros a toda costa, ante un panorama actual plagado de amenazas
renovadas, incluso de agresión militar, por parte del gobierno de
Estados Unidos.
Lugar destacado en su charla lo
ocupó la defensa a la liberación de los Cinco Cubanos Prisioneros
Políticos en cárceles norteamericanas, considerados héroes por su labor
contra las agrupaciones terroristas que desde aquel país organizan
acciones contra la isla.
Aleida cerró la jornada del jueves
en la inauguración de una exposición de pintura cubana en la
Fundación Guayasamín, a la cual los autores donaron 30 de sus
obras.
Estas, mediante venta o subasta,
servirán para apoyar el financiamiento de la segunda parte de la
Capilla del Hombre, legado de Oswaldo Guayasamín, en gesto
solidario de los artistas plásticos de la Isla y de admiración por
el Pintor de Iberoamérica.