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Patraña, el rescate
de la soldado Lynch
BBC: montó el Pentágono
show en un hospital iraquí libre de enemigos
JIM CASON y DAVID
BROOKS
WASHINGTON
y NUEVA YORK, 20 de mayo.— Dicen que la primera baja de cualquier
guerra es la verdad. Pero en este caso la verdad no fue propiamente
herida, sino más bien fabricada. La gran noticia del heroísmo
estadounidense de la guerra contra Iraq resultó ser un invento del
Pentágono.
En una investigación,
la BBC londinense concluyó que la versión oficial de la historia
que dio la vuelta al mundo sobre la captura, resistencia y rescate
de la soldado Jessica Lynch fue una manipulación de los hechos.
"Su historia es una de las piezas más asombrosas del manejo de
la noticia jamás concebidas'', concluyó la cadena televisiva.
Como se recordará, en
abril todos los medios masivos de comunicación estadounidenses The
Washington Post, The New York Times, CNN y demás, difundieron con
lujo de detalles la historia de la soldado Lynch. Fue una de 10
militares estadounidenses capturados por las fuerzas iraquíes en
los primeros días de la invasión terrestre. Algunos medios
informaron que Lynch había resistido hasta el final, que disparó
hasta la última bala antes de ser capturada e inclusive recibió puñaladas;
después fue trasladada a un hospital en territorio enemigo.
Ahí, según una versión,
fue golpeada por un oficial iraquí. Días después una unidad de
fuerzas especiales de Estados Unidos montó un rescate espectacular.
Con disparos y detonación de explosivos las tropas ingresaron al
hospital, rescataron a Lynch y la llevaron a un helicóptero.
Esa noche el presidente
George W. Bush anunció a la nación desde la Casa Blanca que se había
realizado el rescate y el Pentágono difundió a los medios un video
de la hazaña, que competía con las mejores escenas de Hollywood.
Y aquí el problema era
Hollywood.
Según la investigación
de la BBC, con base en entrevistas a los médicos que atendieron a
Lynch en Iraq durante su captura, y confirmadas por los doctores
estadounidenses que la auscultaron después de su rescate, las
heridas de la soldado no fueron resultado de ningún combate, sino
causadas por la volcadura del camión militar en el que viajaba.
No recibió maltrato
alguno: todo lo contrario, los médicos iraquíes le dieron buena
atención médica. El único testigo de que había sido golpeada por
un oficial durante su detención es un abogado iraquí a quien
Estados Unidos ofreció asilo, y que ahora trabaja de cabildero en
la firma de un ex representante federal estadounidense y se niega a
dar entrevistas.
La propia Lynch, quien
proviene del pueblo pobre de Palestine, West Virginia, y que ingresó
a las fuerzas armadas para después lograr estudiar y llegar a ser
maestra de kínder, dice no recordar nada de su aventura.
Los médicos iraquíes
se comunicaron con las fuerzas estadounidenses para intentar
regresarles a Lynch. Dos días antes de su espectacular rescate, una
ambulancia condujo a Lynch hacia las líneas estadounidenses para
tratar de entregar a la paciente, pero debió dar la media vuelta y
huir porque las fuerzas ocupantes les dispararon y por poco matan a
su propia heroína.
Cuando se puso en escena
el gran rescate, los médicos iraquíes se sorprendieron, porque ya
habían informado a las tropas estadounidenses que las fuerzas de
Saddam Hussein habían abandonado el lugar; dos días antes de que
hubieran intentado entregar a su paciente a los estadounidenses.
Sin embargo, ocho días
después de su captura, los medios estadounidenses difundieron con
gran drama la historia oficial de cómo las fuerzas especiales habían
rescatado a Lynch, en lo que se convirtió en el pasaje heroico del
conflicto.
El doctor Anmar Uday
describió la escena a la BBC: "Nos sorprendió. No había
militares, no había soldados en el hospital. Fue como una película
de Hollywood". Las fuerzas especiales estadounidenses, agregó,
gritaron "vamos, vamos, vamos, con armas y balas de salva, y
había sonido de explosiones. Montaron un show sobre el ataque
contra el hospital", dijo. Fue, declaró Uday, como una película
de acción, como las de "Sylvester Stallone o Jackie
Chan".
Como escribió el
comentarista Robert Scheer, de Los Angeles Times, las imágenes del
asalto nocturno del hospital fueron filmadas por soldados
estadounidenses y enviadas para ser editadas por el comando militar
estadounidense en Qatar, donde fueron difundidas, ya seleccionadas
por el Pentágono, a los medios del mundo.
"La historia del
rescate de Lynch, un pedazo de propaganda oficial hecho para la
televisión, probablemente sobrevivirá como el momento más heroico
de la guerra, a pesar de que se ha comprobado que fue tan ficticio
como las razones declaradas para la propia invasión", escribió
Scheer.
Para algunos medios que
celebraron la versión oficial, las revelaciones de la BBC
resultaron irritantes. Hoy, un reportero de la BBC fue entrevistado
agresivamente por CNN sobre el capítulo Lynch.
"No tienen ninguna
confirmación de esto. ¿Cómo pueden decir que no fue maltratada?
Era una prisionera", afirmó el locutor de CNN. El reportero de
la BBC respondió que no estaban afirmando que tuvieran toda la
verdad sobre los hechos, pero que el Pentágono sí había
manipulado lo ocurrido para convertirlo en un acto de propaganda.
Los productores del
show, es decir, el Pentágono, respondieron hoy al reportaje de la
BBC declarando que estaba "vacío de todos los hechos y es
absolutamente ridículo". En entrevista con CNN, Bryan Whitman,
un vocero del Pentágono, rechazó que el Gobierno hubiera exagerado
el rescate o que se hubiera intentado ocultar la historia real.
Pero cuando la BBC
solicitó copias del video completo de esta hazaña filmada por el
Pentágono, los militares rehusaron entregarla. (Tomado de La Jornada) |