Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba

El pasado 12 de mayo, la Misión de los Estados Unidos ante la Organización de Naciones Unidas, en Nueva York, hizo llegar a nuestra Misión ante ese órgano una comunicación informando que siete funcionarios diplomáticos cubanos habían desarrollado actividades fuera de su capacidad oficial, consideradas como lesivas hacia los Estados Unidos.

La Nota plantea que, a menos que Cuba brinde información para justificar lo contrario, en un plazo de 48 horas se le pedirá que haga las gestiones necesarias para la partida expedita de los siete funcionarios y de sus familiares. Evidentemente, es la primera fase de la operación para expulsar, sin razón alguna, a nuestros diplomáticos de Nueva York.

Con posterioridad, el 13 de mayo, el Departamento de Estado norteamericano comunicó a nuestra Sección de Intereses en Washington su decisión de declarar personas "non grata" a siete funcionarios diplomáticos cubanos y darles diez días para salir del país.

El Ministerio de Relaciones Exteriores rechaza esta nueva escalada agresiva del gobierno de los Estados Unidos contra nuestro país y nuestras representaciones diplomáticas en Washington y Nueva York.

Con estas acciones, el gobierno norteamericano demuestra, una vez más, que se ha lanzado abiertamente a un curso provocador e injerencista contra Cuba.

Esta arbitraria decisión es otra prueba de que, como ha sido denunciado reiteradamente por nuestro Gobierno, se está ejecutando contra Cuba un plan dirigido a sabotear los Acuerdos Migratorios, crear una crisis y propiciar una confrontación entre los dos países. La expulsión de los diplomáticos cubanos persigue el objetivo de provocar una escalada que culmine con el cierre de las Secciones de Intereses en ambos países, tal y como han reclamado históricamente los grupos terroristas de la mafia anticubana de Miami.

El gobierno de los Estados Unidos pretende afectar el prestigio de la diplomacia cubana, a la vez que muestra su frustración por las recientes derrotas sufridas en la Comisión de Derechos Humanos, en Ginebra, y en el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, en el que Cuba resultó nuevamente electa por aclamación como miembro de dicha Comisión.

La expulsión de catorce diplomáticos cubanos es un irracional acto de venganza del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba. Es una señal de la creciente desesperación de los sectores extremistas que reclaman un endurecimiento del bloqueo y nuevas agresiones contra el pueblo al que no han podido doblegar tras más de cuarenta y cuatro años de heroica resistencia.

Cuba no podrá ser intimidada, ni con esta ni con otras provocaciones. Cuba no renunciará a luchar por su independencia y su soberanía. Cuba sabe que le asiste la razón y que cuenta con la unidad y la decisión de lucha de todo su pueblo.

Cuba se tomará el tiempo necesario para responder esta nueva provocación del gobierno de Estados Unidos.

Ministerio de Relaciones Exteriores

13 de mayo de 2003

 

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