MOSCÚ, 14 de mayo (PL).— El
secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, analiza hoy con
su homólogo ruso, Igor Ivanov, la crisis de Iraq, en especial, el
papel de Naciones Unidas en la reconstrucción de ese país árabe.
Powell vio complicada su estancia la
víspera en la capital de Arabia Saudita, tras la explosión de un
camión bomba en un barrio para extranjeros, en la localidad de Al
Hamra, donde más de 90 personas murieron y casi 200 recibieron
lesiones.
Para el vicedirector del Instituto de
Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia, Anatoli
Egorin, esa acción es la primera respuesta de las corrientes
radicales islámicas a la agresión anglo-estadounidense contra
Iraq.
Analistas opinan que Powell empleará
el tema de los recientes atentados y su similitud con el ataque
dinamitero del pasado lunes en Chechenia, con saldo de 55 muertos y
casi 300 heridos, para arrancar concesiones políticas a Rusia.
Una de ellas está referida,
precisamente, a cómo se debe constituir el orden en Iraq y el
control sobre el proceso de reconstrucción en ese Estado del Golfo
Pérsico, ocupado por las fuerzas estadounidenses y británicas.
Especialistas estiman que uno de los
objetivos de la visita del jefe de la diplomacia norteamericana a
Moscú consiste en buscar apoyo para una amañada resolución
dirigida a poner fin a las sanciones impuestas por la ONU a Bagdad,
desde 1990.
Pero expertos recuerdan que la Casa
Blanca abogó por más de 10 años por mantener o reforzar las
restricciones a Iraq, sin tener en cuenta los sufrimientos del
pueblo de ese país árabe.
Ahora, cuando ni siquiera se puede
comprobar la existencia de armas de destrucción masiva en ese país
árabe —principal excusa de la invasión—, Washington desea
abrir paso a sus empresas para la venta del petróleo iraquí y al
mismo tiempo sufragar con ello los gastos de reconstrucción.
Por su lado, el propio Ivanov afirmó
que ni siquiera en los tiempos de la crisis en Iraq, cuando Moscú
se opuso, junto a París y Berlín, al uso de la fuerza contra
Bagdad, se interrumpieron los intercambios con la Casa Blanca.
Estamos interesados en la búsqueda
conjunta de respuestas a los retos internacionales como el
terrorismo, aunque el diplomático aclaró que la principal
responsabilidad de garantizar la seguridad internacional corresponde
a la ONU.
Washington anunció en varias
ocasiones que se arrogaba el derecho de encabezar una supuesta
cruzada antiterrorista en el orbe, la cual desecha cualquier
legislación internacional, como quedó demostrado en Iraq, subrayan
observadores.
Powell expresó su deseo de reunirse
este miércoles con el mandatario ruso, Vladimir Putin, y tiene
previsto asistir a un seminario sobre la lucha para erradicar el
SIDA.
CONCLUYÓ GIRA POR EL MEDIO ORIENTE
BEIRUT, 14 de mayo (PL)— El
Secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, concluyó su gira
por el Medio Oriente para poner en marcha la aplicación de un plan
de paz internacional para la región, informó hoy la radio
libanesa.
Durante la gira por Israel, los
territorios palestinos, Egipto y Jordania, el jefe de la diplomacia
estadounidense se reunió con los principales líderes y dirigentes
de esas naciones para tratar la aplicación del llamado Mapa de
Ruta, un plan de paz para la región.
Este documento busca poner fin al
conflicto israelo-palestino mediante el congelamiento de los
asentamientos judíos en los territorios ocupados de Gaza y
Cisjordania, así como la formación de un Estado independiente
palestino para el año 2005.
Sin embargo, el rechazo al diálogo
con el líder palestino, Yasser Arafat, de parte de Powell, y la
negativa de Sharon a retirarse de estos asentamientos alejaron las
perspectivas de paz en el área, según estimaron observadores
políticos.
En medio de este panorama de
incertidumbre, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que preside
Arafat, manifestó su disposición de aplicar el Mapa de Ruta con la
condición de que Tel Aviv se comprometa con dicho documento.
En ese sentido, el ministro de
Exteriores jordano, Marwan Moasher, instó al gobierno israelí a
poner en práctica una serie de medidas antes de adoptar ese plan de
paz impulsado por el Cuarteto de Madrid (ONU, Rusia, la Unión
Europea y EE.UU.)
Entre ellas citó la liberación de
los presos políticos palestinos, detener la construcción de una
muralla de seguridad en Cisjordania, finalizar los atentados y
destrucción de hogares (palestinos), y congelar totalmente la
colonización en los territorios ocupados.
La gira del jefe de la diplomacia
estadounidense coincidió con la visita a la región del alto
representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE),
Javier Solana, quien valoró de positivas las reformas hechas por
Arafat en el seno de la ANP.
Ante esta posición del representante
de la UE hacia el líder de la ANP, el primer ministro israelí,
Ariel Sharon, afirmó que su gobierno boicoteará las gestiones
europeas en los territorios ocupados, en el marco del proyecto
pacificador.
A este panorama se suma el creciente
sentimiento antiestadounidense entre los árabes debido a la
inclinación de Washington a favor de Israel y la presencia de las
fuerzas de ocupación en Iraq.