QUITO, 14 de mayo (PL)— Patricia
Estrada anda hoy consternada, cuando debía estar alegre por haber
implantado récord para Ecuador durante su actuación en la recién
finalizada Copa Mundial de tiro deportivo.
Los ladrones se encargaron de
"aguarle la fiesta", pues apenas llegada a Guayaquil desde
Estados Unidos fue despojada de todas sus pertenencias, incluido el
fusil que pensaba utilizar en los Juegos Panamericanos de agosto
venidero en República Dominicana.
Dos autos interceptaron al que
conducía a Estrada y un dirigente local de la Federación de Tiro,
casi al filo de la medianoche de este martes; los asaltantes,
provistos de armas de fuego, "estuvieron a punto de
matarnos", contó la deportista a un diario.
La tiradora llegaba de la sede de la
competencia, Fort Benning, contenta por haber superado su propia
marca nacional en carabina neumática.
Sin embargo, su felicidad fue
frustrada por la acción de los "cacos", que convierten a
la segunda ciudad ecuatoriana en un emporio de violencia.