En una de sus cartas, escrita en el
mayo último y tenso de la Sierra Maestra de 1958, René Ramos
Latour apuntó: "Tengo fe en el triunfo de la Revolución y en
la claridad y empuje de un pueblo que ha de llevarla adelante".
El Comandante Daniel de la
clandestinidad, como le llamó Frank País, también escribió:
"Deseo comenzar a construir, que es lo más hermoso y digno que
puede hacer un hombre en un pedazo de la Patria arrancada a las
garras de la opresión". En esos fragmentos, el organizador y
combatiente extraordinario, responsable del Movimiento 26 de Julio a
la muerte de Frank País, dejaba plasmado, sin proponérselo, su
pensamiento político.
René Ramos Latour, Daniel, nació el
12 de mayo de 1932, en el poblado oriental de Antilla y sus
compañeros le recuerdan en la osadía de la entereza y en la
valentía del vencedor de primera línea.
Alguna vez se dijo que era firme y
sensible, exigente y tierno, y esa frase se ajusta a aquel hombre
organizador de cuadros del Movimiento 26 de Julio en Mayarí, Cueto,
Antilla, Nicaro y Banes, antes de la muerte de Frank. Y también, la
definición se aviene a un ser humano que gustaba de la música de
Tchaikovski y Wagner, del canto y de las artes, unidas a la afición
por diversos deportes.
Cuando con 26 años René Ramos
Latour, Daniel, cayó en el combate de El Jobal, en la Sierra
Maestra, la tropa lo lloró con la hombradía que merecen los
héroes.