Tribuna-Revolución

Vuelve a la carga la caballería de El Mayor

En estas cuatro décadas de resistencia y creación, Agramonte ha estado con nosotros y ahora más que nunca, jefe sereno y enérgico, dirigiendo a su tropa, insuflándole fe, convocando al decoro y la vergüenza, firme jinete a la vanguardia siempre, afirmó Ricardo Alarcón, presidente del parlamente cubano

Ileana Borges Díaz

La Tribuna Abierta de la Revolución celebrada hoy con motivo del 130 aniversario de la caída en combate del Mayor General Ignacio Agramonte, devino acto de reafirmación del pueblo cubano a las ideas que promovieron su decisión de luchar o morir por la independencia.

En estas cuatro décadas de resistencia y creación, Agramonte ha estado con nosotros y ahora más que nunca, jefe sereno y enérgico, dirigiendo a su tropa, insuflándole fe, convocando al decoro y la vergüenza, firme jinete a la vanguardia siempre, afirmó Ricardo Alarcón, presidente del parlamente cubano.

Al hablar en la Tribuna Abierta dedicada a la memoria del patriota y a rechazar las amenazas del Gobierno norteamericano, añadió que la Revolución cubana seguirá adelante siempre, cespedista y agramontina, martiana y maceísta, fidelista y guevarista, y nada ni nadie podrá derrotarla jamás.

Cuando la patria está en peligro y llama al sacrificio y la pelea, es hora de afilar los machetes y echar a andar otra vez la gloriosa e imbatible caballería, no solo del heroico Camagüey sino de todo un pueblo que nadie podrá comprar jamás y nunca se pondrá de rodillas, precisó.

Reiteró que la vergüenza, esa arma poderosa e invencible que abundará siempre en el arsenal de los cubanos, servirá en la lucha, aún careciendo de todo para continuar en el combate como El Mayor.

Al referirse a los Cinco Héroes Cubanos prisioneros en cárceles de los Estados Unidos, dijo que en ellos vive Agramonte, porque sin doblegarse jamás y con un espíritu indomable, pelean en la mayor soledad y oscuro encierro.

Niños, jóvenes y adultos, participantes en la tribuna, defendieron las conquistas de la Revolución, las nuevas obras y programas, y la ética de amor, solidaridad y humanismo sembradas en un pueblo que rechaza el terrorismo, la guerra y el saqueo de las riquezas de la cultura mundial.

Desde el mismo lugar donde cayó el jefe mambí en enfrentamiento con el enemigo, en los potreros de Jimaguayú, una planicie con dispersa arboleda, se realizó la recordación con la presencia de más de 3 500 pobladores del municipio de Vertientes, al sur de la capital camagüeyana.

Estuvieron presentes también los Comandantes de la Revolución Juan Almeida, Ramiro Valdés y Guillermo García, Salvador Valdés, primer secretario del Partido en Camagüey, y otros dirigentes nacionales y locales.

Fragmentos de la vida de Ignacio Agramonte y del sensible epistolario intercambiado con su amada esposa, Amalia, de quien tuvo que separarse por la obligación de su lucha, fueron declamados por actores del territorio.

Integrantes del Ballet de Camagüey, la orquesta de Cámara de Camagüey, y alumnos de la Escuela de Arte Luis Casas Romero, interpretaron danzas y piezas de autores cubanos de siglos pasados.

Un coro de varios solistas interpretó la canción El Mayor, la cual Silvio Rodríguez creó y cantó por primera vez hará 30 años, dedicada al insigne cubano, con motivo de los 100 años de su muerte. (AIN)

 

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