Paralizada totalmente región boliviana de Oruro

La huelga cobró fuerza en sus horas previas, al anunciar que se sumaban a la decisión de parar de los sindicatos, organizaciones clave como la Federación de Choferes, que cortó el servicio de transporte, y los comerciantes minoristas, que cerraron mercados y ventas callejeras, en demanda de obras viales y otras reivindicaciones regionales

LA PAZ, 8 de mayo (PL). — La ciudad boliviana de Oruro —230 kilómetros al sur de aquí— quedó totalmente paralizada hoy por una huelga de 24 horas en demanda de obras viales y otras reivindicaciones regionales.

El Comité Cívico de Oruro, que organiza la protesta, indicó que grupos de activistas verificaron palmo a palmo la ciudad y comprobaron la plenitud de la interrupción de labores, que se extiende al resto del departamento (provincia) del mismo nombre.

La huelga cobró fuerza en sus horas previas, al anunciar que se sumaban a la decisión de parar de los sindicatos, organizaciones clave como la Federación de Choferes, que cortó el servicio de transporte, y los comerciantes minoristas, que cerraron mercados y ventas callejeras.

Igualmente se adhirió al paro la Federación de Empresarios Privados, que llamó a sus miembros a cerrar empresas industriales, comerciales y de servicios.

La protesta demanda el cumplimiento gubernamental de compromisos contraídos con el Comité Cívico para atender las demandas regionales, y la organización anunció también el cierre de las carreteras que atraviesan la región orureña.

Entre las demandas regionales se destacan la construcción de una carretera a Chile y otras obras públicas, así como la reversión al Estado de la mina lugareña de Huanuni y la fundición minera de Vinto, cuya entrega a manos privadas en años recientes fue un fracaso.

La protesta de Oruro tiene como contexto un movimiento de comités cívicos de la mayoría de los departamentos (provincias) de Bolivia, que demandan más recursos y autonomía administrativa.

Varias de esas organizaciones han amenazado con declararse unilateralmente autónomos y reclaman la posibilidad de elegir regionalmente y mediante comicios generales a los prefectos (gobernadores) actualmente designados por el Presidente.

Tras esa demanda, que incluyó amenazas de huelgas y otras demostraciones, el Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada ratificó su rechazo a cualquier intento de federalizar a Bolivia y denunció el peligro de disgregación del país en desmedro de la unidad nacional.

Sin embargo, la idea de una mayor descentralización administrativa es compartida por la oposición y por sectores de su propio partido y el cogobernante y socialdemócrata Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR).

 

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